"El mundo físico se puede estudiar fácilmente: podemos pesar y medir cada uno de sus elementos, podemos dibujar sus contornos, es fácil ponerse de acuerdo sobre las cifras y las formas. Mientras que el mundo psíquico, el mundo interior... ¿Cómo medir y pesar los estados de conciencia o dibujar los contornos de los pensamientos y de los sentimientos?... ¿Cómo levantar los mapas de las regiones del alma y del espíritu?...
Pero el mundo psíquico presenta unas ventajas inmensas: puesto que nada en él es material, está a resguardo de los ataques exteriores. Por eso, si aprendéis a dar prioridad a vuestro mundo interior, es decir a todo lo que vivís en vuestro corazón, en vuestro intelecto, en vuestra alma y en vuestro espíritu, nadie podrá hacer nada contra vuestros pensamientos, vuestros sentimientos y vuestras creencias. Aunque os priven de vuestro trabajo y de todo lo que os pertenece para encerraros en una cárcel, nadie podrá impedir que os sintáis libres y continuar reflexionando, rezando y teniendo experiencias en los laboratorios de vuestra alma. "