"Nada de lo que les sucede a los humanos se produce por casualidad. Con sus pensamientos y sus sentimientos, entran en relación con las entidades, las corrientes y los elementos del espacio que corresponden a estos pensamientos y a estos sentimientos, y acaban atrayéndolos. De esta manera se explican la salud y la enfermedad, la fuerza y la debilidad, la inteligencia y la ceguera, la belleza y la fealdad, etc. Todas las posibilidades les son pues ofrecidas pero sólo si saben que existe una ley de correspondencias y la respetan en cada acto de su vida cotidiana.
Si en esta existencia os encontráis con grandes dificultades, es porque, en el pasado, habéis atraído con vuestra ignorancia elementos malsanos, defectuosos. Ahora que conocéis la verdadera causa de todo lo que se produce en vuestra vida, debéis decidiros a trabajar con vuestros pensamientos y vuestros sentimientos: de esta manera os conectaréis con las entidades y con las regiones más puras y luminosas del universo, y recibiréis de ellas todas las cualidades que necesitáis para reconstruiros."