Pensamiento del martes 20 de junio de 2017.
"Leed la vida de los santos, de los profetas, de los Iniciados; todos han pasado por pruebas terribles. Algunos, que comprendían su sentido, no se desanimaron ni se sublevaron: sabían que estas pruebas les abrían el camino de la divinización. Pero otros, que todavía no tenían suficiente luz, se sentían aplastados, e incluso algunas veces se rebelaban: ¿por qué el Cielo no acudía a socorrerles? ¡Lo habían sacrificado todo y el Cielo les abandonaba!
Lo que a menudo les falta a los espiritualistas es el verdadero saber. Piensan que como han consagrado su vida a Dios, verán fluir arroyos de leche y miel, recibir vestidos blancos y coronas, etc. Es verdad que encontramos en la Biblia semejantes promesas, y es cierto también que esto llegará… ¡pero sólo cuando hayan triunfado sobre todos los obstáculos! Entretanto, cualesquiera que sean sus pruebas y sus sufrimientos, aquél que posee la verdadera luz debe aprender a saber utilizarlas para su evolución."
"Leed la vida de los santos, de los profetas, de los Iniciados; todos han pasado por pruebas terribles. Algunos, que comprendían su sentido, no se desanimaron ni se sublevaron: sabían que estas pruebas les abrían el camino de la divinización. Pero otros, que todavía no tenían suficiente luz, se sentían aplastados, e incluso algunas veces se rebelaban: ¿por qué el Cielo no acudía a socorrerles? ¡Lo habían sacrificado todo y el Cielo les abandonaba!
Lo que a menudo les falta a los espiritualistas es el verdadero saber. Piensan que como han consagrado su vida a Dios, verán fluir arroyos de leche y miel, recibir vestidos blancos y coronas, etc. Es verdad que encontramos en la Biblia semejantes promesas, y es cierto también que esto llegará… ¡pero sólo cuando hayan triunfado sobre todos los obstáculos! Entretanto, cualesquiera que sean sus pruebas y sus sufrimientos, aquél que posee la verdadera luz debe aprender a saber utilizarlas para su evolución."