Pensamiento del martes 25 de Octubre de 2016.
"Entre los sufrimientos que los humanos tienen que soportar, muchos evidentemente les vienen del exterior. Y sin embargo, de estos sufrimientos que se les causa y de los que no son directamente responsables, tienen una parte de responsabilidad: no han aprendido a inmunizarse. Si son tan vulnerables, es porque los elementos negativos procedentes del mundo exterior encuentran un eco en ellos. Y puede suceder que incluso debido a las impurezas, a la oscuridad que albergan en su intelecto y en su corazón, este mal sea aún aumentado.
Aquél que trata de mantener la luz y la pureza en sí mismo, no sólo consigue neutralizar el mal que recibe, sino que el bien que recibe también resulta amplificado. Si no siente intensamente las bendiciones que le llegan cada día de los mundos visibles e invisibles, es porque toda clase de materiales opacos en él le obstaculizan. Así pues, ya veis, todo depende de nosotros: rechazar el mal, pero también atraer el bien, conservarlo e incluso amplificarlo."
"Entre los sufrimientos que los humanos tienen que soportar, muchos evidentemente les vienen del exterior. Y sin embargo, de estos sufrimientos que se les causa y de los que no son directamente responsables, tienen una parte de responsabilidad: no han aprendido a inmunizarse. Si son tan vulnerables, es porque los elementos negativos procedentes del mundo exterior encuentran un eco en ellos. Y puede suceder que incluso debido a las impurezas, a la oscuridad que albergan en su intelecto y en su corazón, este mal sea aún aumentado.
Aquél que trata de mantener la luz y la pureza en sí mismo, no sólo consigue neutralizar el mal que recibe, sino que el bien que recibe también resulta amplificado. Si no siente intensamente las bendiciones que le llegan cada día de los mundos visibles e invisibles, es porque toda clase de materiales opacos en él le obstaculizan. Así pues, ya veis, todo depende de nosotros: rechazar el mal, pero también atraer el bien, conservarlo e incluso amplificarlo."