Pensamiento del lunes 3 de Octubre de 2016.
"El agua es el fluido de la tierra; para las piedras, las plantas, los animales, los hombres, es una de las condiciones indispensables de la vida. Cuando los científicos afirman que no hay vida en otros planetas, una de las primeras razones que dan es la ausencia de agua.
¿Pero, acaso los humanos aprecian verdaderamente el agua? Sí, instintivamente, inconscientemente. ¡Y sobre todo cuando el agua escasea! Pero es en su conciencia que el agua debe ahora cobrar valor, a fin de ser un factor poderoso para su vida física. Muchos de los ejercicios, muchos de los métodos que os doy, tienen por finalidad haceros descubrir el agua interiormente, mostrándoos cómo, gracias al agua física, podéis uniros al agua verdadera. Y esta agua verdadera debéis buscarla en vosotros, debéis descubrir las fuentes de agua viva que fluye en las profundidades de vuestro ser. Es largo, es difícil, naturalmente, pero perseverad, porque el agua es la madre de la vida. Meditad detenidamente sobre esta idea y, mirando el agua, tocándola, decidle: « ¡Oh! tú que alimentas a todas las criaturas, revélame los secretos de la vida eterna.»"
"El agua es el fluido de la tierra; para las piedras, las plantas, los animales, los hombres, es una de las condiciones indispensables de la vida. Cuando los científicos afirman que no hay vida en otros planetas, una de las primeras razones que dan es la ausencia de agua.
¿Pero, acaso los humanos aprecian verdaderamente el agua? Sí, instintivamente, inconscientemente. ¡Y sobre todo cuando el agua escasea! Pero es en su conciencia que el agua debe ahora cobrar valor, a fin de ser un factor poderoso para su vida física. Muchos de los ejercicios, muchos de los métodos que os doy, tienen por finalidad haceros descubrir el agua interiormente, mostrándoos cómo, gracias al agua física, podéis uniros al agua verdadera. Y esta agua verdadera debéis buscarla en vosotros, debéis descubrir las fuentes de agua viva que fluye en las profundidades de vuestro ser. Es largo, es difícil, naturalmente, pero perseverad, porque el agua es la madre de la vida. Meditad detenidamente sobre esta idea y, mirando el agua, tocándola, decidle: « ¡Oh! tú que alimentas a todas las criaturas, revélame los secretos de la vida eterna.»"