Para comenzar este trabajo debes
afirmar de una manera rotunda tu deseo de no seguir sufriendo. Para lograrlo
puedes decretar lo siguiente: “
Cada vez que se nos presenta un
problema lo primero que se debe hacer es renunciar a él.
Cualquier afirmación o decreto
que se haga en ese momento tiene que comenzar con la palabra “renuncio”. De
esta manera, interrumpes la formación de la crisis.
Por ejemplo, puedes decretar:
“Renuncio a seguir sufriendo por este problema sentimental. Ahora encuentro la
solución más armoniosa y positiva para ambos”.
Si el problema es de dinero,
entonces puedes decretar:
“Renuncio a mis limitaciones
económicas. A partir de hoy el dinero viene fácilmente a mi vida y en
abundancia”.
Ejercicio: Cambiar para recibir
Todo estudiante metafísico
siempre tiene una lista escrita de sus objetivos. De esta manera, puede ir
comprobando poco a poco su dominio de la materia. De acuerdo con un concepto
bíblico, Dios, como Padre Perfecto, nos da todo lo que pedimos antes de que se
lo pidamos. No sólo Él sabe de antemano lo que le vamos a pedir, sino que
también nos lo concede. La pregunta que surge entonces es: ¿Dónde está aquello
que estás deseando? ¿Por qué no lo tienes?
La respuesta es la siguiente:
Dios nos otorga las cosas que estamos dispuestos a aceptar internamente. Es
probable que conscientemente desees tener una fortuna; sin embargo, en tu
interior no te sientes merecedor de ella. El diálogo interno es muy poderoso;
es el que el Universo escucha y termina por manifestar.
Una persona puede desear tener
una pareja. Pero si en el fondo, no se siente merecedora de la pareja que está
anhelando, ésta podría estar caminando a su lado y no la vería. La persona
abrirá los ojos cuando trabaje en la aceptación de aquello que desea.
Recuerda que todo lo que has
enumerado en tu lista de deseos… ¡Ya está concedido!. Ahora, deberás trabajar
en la “aceptación”. Para eso, tendrás que agregar a cada uno de tus objetivos
la fecha para la cual estarás dispuesto a “aceptarlo”. Escribirás el día, mes,
año y también la hora. Siempre es necesario darse un plazo bastante amplio para
trabajar la aceptación.
Si eres una persona ansiosa y has
elegido que quieres algo para el mes que viene, debes darte dos meses. En el
caso de que se cumpliera el plazo y no se manifestara tu pedido, tendrás que
elegir otra fecha. En este caso, debes ser cuidadoso de no dar lugar a los
pensamientos de frustración. Es útil prestar atención al mensaje de los
pensamientos negativos porque están dando la pauta de ¿cuál es la barrera
interna que tienes que superar?.
Cuando una persona dice “Pero, yo
lo quiero ahora mismo”, en el fondo se está mintiendo a sí misma porque si
fuera así ya lo tendría.
Según el Principio de Causa y
Efecto, debemos aprender a generar las causas adecuadas para manifestar un
efecto determinado. Concretamente, esto significa que deberás cambiar algo de
ti para obtener un resultado diferente en tu vida. Cuando hacemos las cosas de
siempre, obtenemos los resultados de siempre. Si no estás totalmente conforme
con tu vida, quejarte no te llevará a cambiarla. Es importante “cambiar” y, por
lo general, el “cambio comienza por el pensamiento”.
Una vez elegido un objetivo es
conveniente realizar una pequeña meditación y preguntar al Yo Superior: “Qué
debo cambiar de mí mismo para poder recibir esto?”
Algunos piensan que si los demás
cambiaran, entonces lograrían su felicidad; o creen que la realización de su
deseo depende de la modificación de una situación externa, como la política, la
economía o el clima.
Un estudiante de metafísica sabe
que “lo único que puede cambiar a sí mismo”; que la única manera de generar un
resultado determinado es creando la causa correcta. En síntesis, sólo generando
Amor se logra atraer Amor. Si quiere vivir un gran romance, tienes que empezar
por amarte mucho a ti mismo y luego manifestar tu amor a los demás.
Recuerda siempre que la primera
causa, la que origina todo movimiento en el Universo, es mental. Esto quiere
decir que el primer cambio se da en el pensamiento. El segundo paso es comenzar
a hacer cosas diferentes: por ejemplo, tienes que visitar nuevos lugares,
hablar con gente diferente, leer autores nuevos, probar otras comidas. Elige
cambiar tu ritmo normal de vida y eleva al máximo tu Fe en la Fuente, en tu
“Maestro y Guía Interior”.
De este modo, verás manifestarse
toda clase de milagros en tu vida.
Los siete principios de la felicidad – Horacio M. Valsecia
psiquicaandrea.blogspot.com
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25 de Octubre 2016