Pensamiento del Sábado 8 de julio de 2017.
"¿Hay algo más visible y más resplandeciente que el sol? Pero si permanecéis parapetados detrás de persianas cerradas, no sabréis ni siquiera que existe. Para verlo, debéis al menos abrir una ventana, porque no será el sol el que intente imponerse atravesando vuestras paredes y vuestras persianas. Del mismo modo, para descubrir la presencia de Dios, debéis abrir en vosotros al menos un pequeño tragaluz. Sois vosotros los debéis que hacer algo, no es Dios.
Dios está ahí, Él irradia y eso debe bastarnos, y nos corresponde a nosotros hacer lo necesario para sentir su presencia. Aquél que ha alcanzado un grado de conciencia superior, no cesa de tener revelaciones sobre el significado y la belleza del mundo, entonces ¿cómo no va a sentir la presencia divina? Porque Dios es esto, una presencia, y la descubre a medida que va sintiendo cuán rica es la vida y cuán llena de significado."
"¿Hay algo más visible y más resplandeciente que el sol? Pero si permanecéis parapetados detrás de persianas cerradas, no sabréis ni siquiera que existe. Para verlo, debéis al menos abrir una ventana, porque no será el sol el que intente imponerse atravesando vuestras paredes y vuestras persianas. Del mismo modo, para descubrir la presencia de Dios, debéis abrir en vosotros al menos un pequeño tragaluz. Sois vosotros los debéis que hacer algo, no es Dios.
Dios está ahí, Él irradia y eso debe bastarnos, y nos corresponde a nosotros hacer lo necesario para sentir su presencia. Aquél que ha alcanzado un grado de conciencia superior, no cesa de tener revelaciones sobre el significado y la belleza del mundo, entonces ¿cómo no va a sentir la presencia divina? Porque Dios es esto, una presencia, y la descubre a medida que va sintiendo cuán rica es la vida y cuán llena de significado."