Pensamiento del martes 18 de julio de 2017.
"Se puede definir el silencio, el verdadero silencio, como la región más elevada de nuestra alma. En el momento en que alcanzamos esta región, entramos en la luz cósmica.
La luz es la quintaesencia del universo. Todo lo que vemos a nuestro alrededor, los seres, la naturaleza, los objetos, e incluso lo que no vemos, está atravesado e impregnado de luz. Y el silencio que nos esforzamos en introducir en nosotros durante los momentos de concentración, de meditación y de oración, sólo tiene un objetivo: la fusión con esta luz que está viva, que es poderosa… la luz original que penetra toda la creación."
"Se puede definir el silencio, el verdadero silencio, como la región más elevada de nuestra alma. En el momento en que alcanzamos esta región, entramos en la luz cósmica.
La luz es la quintaesencia del universo. Todo lo que vemos a nuestro alrededor, los seres, la naturaleza, los objetos, e incluso lo que no vemos, está atravesado e impregnado de luz. Y el silencio que nos esforzamos en introducir en nosotros durante los momentos de concentración, de meditación y de oración, sólo tiene un objetivo: la fusión con esta luz que está viva, que es poderosa… la luz original que penetra toda la creación."