"¡Cuánta gente se interesa por la ciencia esotérica sin estar preparada! Citan textos de libros sin comprender gran cosa, están orgullosos de pasar por astrólogos, alquimistas, magos o cabalistas... Pero no se dan cuenta los pobres, que su existencia y todo su ser son un verdadero desbarajuste que no tiene relación alguna con la astrología, la alquimia, la magia o la Cábala verdaderas. ¡Sería preferible que dejaran tranquilas a todas estas ciencias! Es en la vida cotidiana donde debemos mostrar en primer lugar que sabemos algo.
Leyendo libros, naturalmente, se consigue siempre adquirir conocimientos, incluso llegar a ser muy erudito. Pero esto no es el verdadero saber. El verdadero saber es ser capaz de dominarse, de liberarse de las debilidades, de no ser eternamente presa de las tensiones internas. Quien posee el verdadero saber trata de manifestarse por todas partes como una presencia luminosa y benéfica. Y solamente después de ello, es cuando el estudio de las ciencias esotéricas le aportará verdaderamente algo."