Hoy en
día el derecho internacional reconoce la libertad de culto o religiosa, lo cual
significa también la libertad para no tener religión o para ser de una
religión minoritaria. Esto mismo figura en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y que a mí me conste no hay ningún país hispanohablante
que no reconozca dicha libertad de culto. Es decir que en principio, aunque por
tradición los países en los que hablamos español están habitados por
poblaciones católicas, en todos estos países es legal y un derecho fundamental
y constitucional no tener una religión o pertenecer a otra religión.
Sin
embargo en muchos de nuestros países las escuelas adoctrinan a los niños desde
su más tierna infancia en las ideas y creencias no solo de una religión, el cristianismo, sino de una de sus ramas, el catolicismo, y encima solo en la versión aceptada
y predicada por su élite romana. Con ello, aunque en principio los niños tengan
libertad de culto, la pierden igual que la pierden al ser bautizados de bebés
en una fe que ni comparten ni comprenden.
Por
supuesto, en la actualidad después de pesadas luchas contra los sectores
conservadores de la sociedad, las escuelas de muchos de nuestros países
permiten que los niños reciban una clase alternativa o bien de otra confesión religiosa o bien de temas de
moral vistos desde una perspectiva no religiosa. Pero aun así los niños no son
capaces de juzgar por sí mismos a la hora de decidir lo que desean y hacen o
bien lo que sus padres deciden por ellos o bien lo que la mayoría de sus
compañeros y sociedad considera normal. Y eso en la práctica significa que
reciben educación religiosa en la escuela.
Pero, ¿es
aceptable enseñar religión en una escuela? Porque otra cosa muy diferente sería
enseñar historia de las religiones,
explicando cómo se han formado, cómo se han expandido, en qué cree cada una de
ellas, etc. Esta es una clase que a mí en principio no me parecería objetable
si se imparte en las condiciones adecuadas: énfasis en la historia y en la
comparación religiosa desde una perspectiva de alguien no perteneciente a
ninguna de esas religiones y por tanto tratándolas a todas por igual y como lo
que son: religiones no verdades.
Sin
embargo, la enseñanza de religión hoy es muy diferente. Los que la imparten son
por supuesto católicos apostólicos y romanos y muchos miembros activos de la
Iglesia, incluso sacerdotes y monjas. El énfasis está en la conversión y
enseñanza de unas creencias que no dejan de ser eso: creencias de un grupo.
Pero al presentárselas a los niños desde la posición de un maestro con la
supuesta misma autoridad y en el mismo ambiente que el maestro que enseña
matemáticas o inglés, es normal que los niños identifiquen esas explicaciones
con datos que deben creer, aprender y aceptar exactamente igual que en las
demás asignaturas.
Esto por
supuesto beneficia a la Iglesia que con ello consigue futuros fieles y mayor poder
político, social y económico. Pero, ¿beneficia a los individuos, en este caso
niños menores, o la sociedad?
En mi
opinión está clarísimo que no solo no beneficia a
los niños sino que claramente les perjudica. Muchas de las creencias
cristianas y católicas no solo no son necesarias para poder crecer como una
persona sensata sino que van directamente en contra de las libertades y
derechos de ese individuo que está siendo adoctrinado en semejantes ideas en un
momento de su vida en el que no es maduro como para poder discernir por sí
mismo los hechos de las creencias. No solo su libertad religiosa, sino también
su posición y visión de la sociedad se ven afectadas, recibiendo enormes dosis
de intolerancia a temas muy diversos escondida en parábolas e historietas. Y
además recibe informaciones que contradicen los datos que obtiene en otras
asignaturas (como el famoso ejemplo de la creación) con lo que dificulta su
formación general básica al recibir datos no veraces.
Sin duda
también opino que la enseñanza religiosa en las
escuelas perjudica a la sociedad. ¿De qué modo? Crea niños acríticos
que creen en la autoridad en lugar de utilizar la lógica. Crea problemas
sociales al favorecer la potenciación de una moral como verdadera pero que es
tan circunstancial como lo es cualquier otra. Crea sentimientos negativos en
los católicos hacia los fieles de otras religiones porque no creen en la
supuesta religión verdadera y que se aprende en clase. Crea sentimientos
negativos en los fieles de otras religiones que se sienten discriminados al no
obtener el mismo reconocimiento que los de la fe mayoritaria. Crea
discriminación en forma de machismo, homofobia, islamofobia, antisemitismo,
etc. al educar a los niños en valores católicos que abogan por semejantes
valores tan nefastos. Crea problemas de aceptación personal y de culpa para los
pobres niños que no se sienten "puros" y "buenos" al actuar
de forma no aceptada por esa religión pero completamente natural (como tener
sexo, masturbarse, sentir atracción homosexual, sentir placer físico con la
utilización de objetos u orificios que no son considerados como adecuados por
su profesor de religión, etc.). Crea individios que valoran como positivos
elementos que hoy no deberían ser considerados aceptables (desigualdad entre
géneros, entre razas, penas capitales, etc.) o que no deberían ser
valorados como importantes o necesarios (virginidad femenina, celibato,
etc.). Y en definitiva crea una sociedad de individuos sometidos a una moral
que ni es ni tiene que ser la de la mayoría.
Por
tanto, en mi opinión la enseñanza religiosa debería
sacarse de la escuela (que debe ser
una entidad completamente laica y destinada a educar a los niños en
conocimientos útiles, provechosos y basados en la ciencia, la tecnología y los
valores morales de sociedad del siglo XXI, no la del siglo I) y se debe llevar
al sitio al que pertenece: la iglesias. Así las personas que deseen recibir
esas creencias podrán ir a buscarlas y los demás estarán libres del
adoctrinamiento que no nos beneficia ni como individuos ni como sociedades.
Escrito
por Lille Skvat
Fuente:discutiendosobrecristianismo.blogspot.com 25.9.09