Una
de las muestras de la sabia y divina dirección de Dios son los
ilustrados e inteligentes consejos que nos recomienda cumplir; los
principales son los célebres “10 Mandamientos”. Si cumplimos con amor y
dedicación esta “guía de vida” podemos acceder a las mieles del paraíso
prometido.
Los
10 mandamientos son quizá el resumen de todos los “consejitos” que Dios
le dedica a sus amadas creaciones a través de sus tiernos libros como
Éxodo, Levítico, Deuteronomio, etc.
Y
claro… Dios hace un “pequeñita” advertencia… más bien una
recomendación: Si no cumplen estos consejos… simplemente se pudrirán
para siempre en un mar de llamas especialmente diseñado para hacer
sufrir a quienes no cumplan con sus más mínimos caprichos… así de
sencillo.
.
Uno de estos 10 Mandamientos es muy interesante y es el motivo de su cita en el presente artículo.
Veamos:
Éxodo 20:17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
.
En
este versículo leemos las cosas que Dios quiere que no codiciemos de
nuestro prójimo: Su casa, su asno, su buey, sus ciervos y criadas y su
mujer…
Efectivamente
amigo Creyente lector, así como lo lee: Para Dios las mujeres son meros
objetos o “cosas” equivalentes a una casa, un buey o un asno.
.
Volvamos a leer el versículo destacando una palabra clave:
Éxodo 20:17No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
.
Como
se lee claramente, para Dios es más importante y le da mayor prioridad a
la casa (que probablemente es la posesión material más valiosa del
hombre) que a la mujer que es la COSA que está en segundo lugar. Luego
vienen el resto de las COSAS que Dios no quiere que codiciemos.
Es
más que obvio que para Dios la mujer es solo una posesión más del
hombre, valiosa claro, aunque no tanto como su casa. Un simple objeto
comparable con las bestias del campo.
Y
no hay mayor evidencia de esta misoginia de Dios que la falta de
equilibrio e increíble injusticia que se comete. Note amigo Creyente
lector que Dios solo dice “No codiciarás la mujer de tu prójimo”…
evidentemente este versículo está dirigido solo a los hombres. No hay
ningún mandamiento que diga: “No codiciarás al hombre de tu vecina”;
esto es claramente porque para Dios (o para el misógino escritor
bíblico) las mujeres son solo objetos propiedad del hombre que no tienen
derecho a nada. Ni siquiera un mandamiento bíblico.
.
Dejando de lado esta machista posición de Dios
(o del escritor Bíblico), también hay algo en el versículo que llama la
atención. Nótese que dice que no codiciaras “Ni su siervo ni su
criada”… donde, no solo es implícito el apoyo de Dios a la esclavitud;
sino que estos “esclavos” son tratados también como “objetos o cosas” al
igual que las mujeres. Absolutamente degradante y despreciable.
.
Recuerde
amigo Creyente lector que no estamos hablando de unos versículos
escondidos en lo más recóndito de algún extraño pasaje de un poco
conocido libro Bíblico, estamos hablando nada más ni nada menos que de
los 10 Mandamientos y del archiconocido capítulo 20 del Éxodo. Unos
versículos que están colocados inclusive de forma oficial en algunos
lugares públicos bajo el auspicio del gobierno local.
Claro,
usted podría alegar que hubo una confusión del escritor (quizá se
inspiró mal de Dios) o que está mal traducido o quizá cualquier otra
extraña y ridícula excusa que suelen utilizar los líderes religiosos
para justificar este tipo de errores Bíblicos. Pero no. No es un error
ya que este “Mandamiento” de no codiciar cosas como la mujer, está
escrito también en el libro del Deuteronomio diciendo exactamente lo
mismo (Deuteronomio 5,21)… así que no hay excusas.
Y
en todas, absolutamente en todas las versiones y traducciones Bíblicas
(español, inglés, griego, hebreo o latín) el versículo es muy claro al
colocar a la mujer como un objeto más. En esto si están bien
sincronizadas las “Biblias”.
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He
escuchado muchas veces decir a algunos Creyentes: “ya los estatutos del
viejo testamento están abolidos por Jesús; los únicos que no abolió y
que aun están vigentes son los 10 mandamientos”...
Así
que amigo Creyente Cristiano; si usted desea tener el beneplácito y la
aprobación divina de Dios… no se complique con las intrincadas y a veces
absurdas órdenes del Levítico; simplemente cumpla los 10 mandamientos
como Dios manda…
… Y trate a las mujeres como cosas u objetos… Dios lo aprueba.
Fuente:ateismoparacristianos.blogspot.com 14 de Diciembre del 2011