Pensamiento del miércoles 24 de junio de 2015.
"El futuro es muy a menudo una fuente de preocupación para los humanos:
se preguntan si no les va a faltar dinero, si tendrán de qué comer,
dónde vivir, etc. Se preocupan tanto por todo eso que descuidan
cuestiones mucho más importantes, cometen faltas que deberían reparar
inmediatamente pero que no lo hacen, y como todo eso se acumula, llega
un momento en el que se encuentran sumergidos, aplastados.
Para evitar caer en este engranaje, es necesario meditar las palabras de
Jesús: «No os inquietéis del día de mañana, porque el día de mañana
cuidará de sí mismo.» El día de mañana cuidará de sí mismo significa
que, si veláis cada día para que todo vuestro comportamiento sea
impecable, el día de mañana quedará automáticamente despejado; y
estaréis disponibles para realizar vuestros proyectos, siguiendo siempre
vigilantes para que nada se quede atrás. De esta manera, cada nuevo día
os encontrará libres, bien dispuestos, dispuestos a trabajar, a
estudiar, a alegraros, y toda la vida tomará un colorido extraordinario
de felicidad y de bendición. Si hoy veláis para arreglar todas las
cosas, os preparáis un buen día de mañana."