Pensamiento del miércoles 15 de febrero de 2017.
"En su sentido original, la palabra «caridad», que es como la fe y la esperanza una virtud teologal, (esto es, que tiene como objeto a Dios) designa al amor del hombre por Dios, del cual se deriva necesariamente el amor al prójimo. Desgraciadamente, esta palabra «caridad» terminó con el tiempo perdiendo su significado sublime, y lo que hoy llamamos caridad, se expresa mediante actos que no necesariamente llevan aparejados un sentimiento de amor verdadero. Muchos «hacen caridad» porque la Iglesia y su familia les enseñaron que hay que dar a los pobres, socorrer a los desgraciados, etc.
La caridad es pues a menudo fruto de una educación estrecha y no tiene nada que ver con la bondad. ¡Cuántas personas «caritativas» envenenan la vida de su familia y de su entorno! Así pues, existen muchas personas caritativas, pero se encuentran muy pocas verdaderamente buenas. Y los cristianos deberían esforzarse en recuperar el sentido original de la palabra «caridad», que significa «amor», porque aquél que dice amar a Dios debe amarle también a través de su prójimo. "
"En su sentido original, la palabra «caridad», que es como la fe y la esperanza una virtud teologal, (esto es, que tiene como objeto a Dios) designa al amor del hombre por Dios, del cual se deriva necesariamente el amor al prójimo. Desgraciadamente, esta palabra «caridad» terminó con el tiempo perdiendo su significado sublime, y lo que hoy llamamos caridad, se expresa mediante actos que no necesariamente llevan aparejados un sentimiento de amor verdadero. Muchos «hacen caridad» porque la Iglesia y su familia les enseñaron que hay que dar a los pobres, socorrer a los desgraciados, etc.
La caridad es pues a menudo fruto de una educación estrecha y no tiene nada que ver con la bondad. ¡Cuántas personas «caritativas» envenenan la vida de su familia y de su entorno! Así pues, existen muchas personas caritativas, pero se encuentran muy pocas verdaderamente buenas. Y los cristianos deberían esforzarse en recuperar el sentido original de la palabra «caridad», que significa «amor», porque aquél que dice amar a Dios debe amarle también a través de su prójimo. "