Pensamiento del miércoles 1 de febrero de 2017.
"Aquél que ha conseguido algunas victorias sobre sus malas inclinaciones: la pereza, la cólera, los celos, la sensualidad, no debe sentirse orgulloso de sí mismo. Si se pone a pensar: «¡Ah!¡qué fuerte soy!», su naturaleza inferior resurgirá para prepararle trampas; y estas trampas son de tal sutileza que a la primera ocasión caerá en ellas, de esto no hay duda.
Todavía no conocéis todos los ardides de la naturaleza inferior. Cuando estáis más seguros de vosotros mismos, es cuando toma la revancha y consigue sorprenderos. Debéis ser humildes y no dejaros engañar por algunos pequeños resultados que habéis obtenido. Tomad conciencia de que la satisfacción de haber obtenido una victoria os expone al peligro, y decíos: «¿Quién sabe lo que me espera ahora? Es demasiado pronto para triunfar». No sólo debéis permanecer vigilantes, sino que debéis también suplicar a las entidades luminosas para que continúen sosteniéndoos en vuestros esfuerzos."
"Aquél que ha conseguido algunas victorias sobre sus malas inclinaciones: la pereza, la cólera, los celos, la sensualidad, no debe sentirse orgulloso de sí mismo. Si se pone a pensar: «¡Ah!¡qué fuerte soy!», su naturaleza inferior resurgirá para prepararle trampas; y estas trampas son de tal sutileza que a la primera ocasión caerá en ellas, de esto no hay duda.
Todavía no conocéis todos los ardides de la naturaleza inferior. Cuando estáis más seguros de vosotros mismos, es cuando toma la revancha y consigue sorprenderos. Debéis ser humildes y no dejaros engañar por algunos pequeños resultados que habéis obtenido. Tomad conciencia de que la satisfacción de haber obtenido una victoria os expone al peligro, y decíos: «¿Quién sabe lo que me espera ahora? Es demasiado pronto para triunfar». No sólo debéis permanecer vigilantes, sino que debéis también suplicar a las entidades luminosas para que continúen sosteniéndoos en vuestros esfuerzos."