Pensamiento del viernes 17 de noviembre de 2017.
"No hay porque maravillarse tanto de toda esa gente brillante, opulenta y poderosa, que no se ocupan de la vida del alma y del espíritu. Como no buscan un alimento espiritual, el único que podría saciarles, son como fieras hambrientas, y su ambición, su codicia, su voracidad terminan arrastrándoles hacia caminos peligrosos para sí mismos y para su alrededor.
Desgraciadamente, muchos de los que se dicen espiritualistas no se comportan mejor: intentan satisfacer sus ambiciones, alcanzar el mismo éxito que los materialistas utilizando los medios que les da la Ciencia iniciática. Por lo tanto, son aún más culpables que los materialistas, porque así vulneran los principios más sagrados. Están, es evidente, satisfechos y se sienten orgullosos de triunfar utilizando esos medios; pero el Cielo, al que no le gusta que se sirvan de él para fines egoístas e interesados, un día les pedirá cuentas, y serán castigados muy severamente."
"No hay porque maravillarse tanto de toda esa gente brillante, opulenta y poderosa, que no se ocupan de la vida del alma y del espíritu. Como no buscan un alimento espiritual, el único que podría saciarles, son como fieras hambrientas, y su ambición, su codicia, su voracidad terminan arrastrándoles hacia caminos peligrosos para sí mismos y para su alrededor.
Desgraciadamente, muchos de los que se dicen espiritualistas no se comportan mejor: intentan satisfacer sus ambiciones, alcanzar el mismo éxito que los materialistas utilizando los medios que les da la Ciencia iniciática. Por lo tanto, son aún más culpables que los materialistas, porque así vulneran los principios más sagrados. Están, es evidente, satisfechos y se sienten orgullosos de triunfar utilizando esos medios; pero el Cielo, al que no le gusta que se sirvan de él para fines egoístas e interesados, un día les pedirá cuentas, y serán castigados muy severamente."
Fuente:
http://www.prosveta.com