Pensamiento del viernes 24 de noviembre de 2017.
"Los humanos no parecen ser conscientes de que su destino está determinado según su actitud respecto al mundo divino. Cada vez más, en vez de inclinarse ante la grandeza de Dios y de glorificarle, adoptan una actitud negligente, irrespetuosa, y contradicen así sus designios, introducen el desorden en la creación.
El peor enemigo del hombre es su orgullo; esa actitud tan suficiente y presuntuosa le llevará a su pérdida. Si quiere salvarse, debe sentirse penetrado por un sentimiento sagrado ante la creación, con el fin de vibrar como el arpa de Eolo ante cada soplo, cada corriente del Cielo, y comulgar con el universo, con el Alma del mundo, con el Espíritu cósmico. En este intercambio, las energías del mundo superior trabajan sobre él: los elementos más puros se vierten en su alma, mientras que los elementos oscuros le abandonan y se diluyen en la inmensidad."
Fuente:
http://www.prosveta.com
"Los humanos no parecen ser conscientes de que su destino está determinado según su actitud respecto al mundo divino. Cada vez más, en vez de inclinarse ante la grandeza de Dios y de glorificarle, adoptan una actitud negligente, irrespetuosa, y contradicen así sus designios, introducen el desorden en la creación.
El peor enemigo del hombre es su orgullo; esa actitud tan suficiente y presuntuosa le llevará a su pérdida. Si quiere salvarse, debe sentirse penetrado por un sentimiento sagrado ante la creación, con el fin de vibrar como el arpa de Eolo ante cada soplo, cada corriente del Cielo, y comulgar con el universo, con el Alma del mundo, con el Espíritu cósmico. En este intercambio, las energías del mundo superior trabajan sobre él: los elementos más puros se vierten en su alma, mientras que los elementos oscuros le abandonan y se diluyen en la inmensidad."
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