Pensamiento del viernes 3 de noviembre de 2017.
"Dios es tan grande que no se preocupa de los errores y de las maldades de los hombres, y no cambia en función de su conducta. Por tanto, si os sentís inquietos, rechazados porque habéis actuado mal, no digáis que Dios se ha retirado o que os rechaza, sino haced esfuerzos, reparad vuestros errores y le sentiréis de nuevo ahí, cerca vuestro.
Y, sobre todo, no esperéis que Dios os perdone: Él no os ha condenado, por tanto no tiene porque perdonaros. De nada sirve golpearse el pecho diciendo: «Soy un pecador, soy un pecador…» Como fuisteis vosotros quienes tuvisteis el poder de fabricar nubes que os privan de la luz de Dios, sois vosotros quienes tenéis el poder de dispersarlas. Todo depende de vosotros, de vuestra actitud. ¿De qué sirven todos los progresos de la psicología, si el hombre no logra analizar los diferentes estados por los que pasa, a comprenderlos y a remediarlos?"
"Dios es tan grande que no se preocupa de los errores y de las maldades de los hombres, y no cambia en función de su conducta. Por tanto, si os sentís inquietos, rechazados porque habéis actuado mal, no digáis que Dios se ha retirado o que os rechaza, sino haced esfuerzos, reparad vuestros errores y le sentiréis de nuevo ahí, cerca vuestro.
Y, sobre todo, no esperéis que Dios os perdone: Él no os ha condenado, por tanto no tiene porque perdonaros. De nada sirve golpearse el pecho diciendo: «Soy un pecador, soy un pecador…» Como fuisteis vosotros quienes tuvisteis el poder de fabricar nubes que os privan de la luz de Dios, sois vosotros quienes tenéis el poder de dispersarlas. Todo depende de vosotros, de vuestra actitud. ¿De qué sirven todos los progresos de la psicología, si el hombre no logra analizar los diferentes estados por los que pasa, a comprenderlos y a remediarlos?"
Fuente:
http://www.prosveta.com