Pensamiento del lunes 9 de abril de 2018.
"Dice Jesús en los Evangelios: "Si tuvierais la misma fe que un grano de mostaza, diríais a esta montaña: Desplázate de aquí hasta allí, y ella se desplazaría." O bien: "Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto." Pero ¿cómo el ser humano, que es tan débil, puede desplazar una montaña?... Y con todos sus defectos, ¿cómo conseguirá la perfección de su Padre celestial?... ¡Parece imposible! Y entonces, por incomprensión, por negligencia, por pereza, sí, sobre todo por pereza, los cristianos han dejado de lado la palabra evangélica. ¡Es mucho más fácil insistir en las debilidades y en las imperfecciones humanas imaginándose de este modo dar prueba de sensatez, de modestia!
Pero Jesús no era modesto; tenía, para los humanos creados a la imagen de Dios, las ambiciones más elevadas: si lo desean, si se esfuerzan, se acercan más y más a la perfección de su Padre celestial. Y si comprenden qué es la verdadera fe y cómo cultivarla, lograrán mover montañas, es decir que les serán dados todos los poderes, pero primero los poderes sobre ellos mismos.""Dice Jesús en los Evangelios: "Si tuvierais la misma fe que un grano de mostaza, diríais a esta montaña: Desplázate de aquí hasta allí, y ella se desplazaría." O bien: "Sed perfectos como vuestro Padre Celestial es perfecto." Pero ¿cómo el ser humano, que es tan débil, puede desplazar una montaña?... Y con todos sus defectos, ¿cómo conseguirá la perfección de su Padre celestial?... ¡Parece imposible! Y entonces, por incomprensión, por negligencia, por pereza, sí, sobre todo por pereza, los cristianos han dejado de lado la palabra evangélica. ¡Es mucho más fácil insistir en las debilidades y en las imperfecciones humanas imaginándose de este modo dar prueba de sensatez, de modestia!
Fuente:
http://www.prosveta.com