"Para vivir en la abundancia hay que saber privarse. Esto es lo que ha comprendido el sabio. Se dice: «Me privaré de algunos granos de trigo, y eso me permitirá cosechar miles de granos.» En vez de comerse estos granos, los siembra, y pronto tiene todo un campo para cosechar. Mientras que el que no tiene esta sabiduría se come todos los granos y, algún tiempo después, ya no le queda nada y se encuentra en la miseria. Necesitamos comer, pero no todo, hay que sembrar el resto.
Estos granos de los que os hablo, son vuestros pensamientos y vuestros sentimientos que debéis aprender a sembrar. Los pensamientos y los sentimientos pueden, en efecto, hacer un trabajo para el bien de todos, siempre que no nos los comamos, es decir, de no ponerlos al servicio de intereses egoístas. El que sabe privarse tiene cosechas tan abundantes que no sólo nunca le falta de nada, sino que puede alimentar también a otras muchas criaturas en el mundo."