"Los humanos consideran sus defectos y sus debilidades como obstáculos para su desarrollo. Esto es verdad, pero no del todo. Si en vez de dejarse debilitar y abatir por ellos, buscan cómo ponerlos a trabajar, descubrirán que les pueden ser útiles. Diréis: «¿Cómo que útiles? Hay que combatir los defectos, hay que aniquilarlos.» Ya habéis intentado hacerlo ¡y habéis visto que no es tan fácil! ¿Acaso habéis sido vosotros los vencedores?...
Todas estas tendencias inferiores que consideráis debilidades son en realidad fuerzas. Aprended a sentir todas las energías que representan. Si expulsáis a todos vuestros adversarios, si suprimís todo aquello que se os resiste, ¿quién trabajará para vosotros?, ¿quién os servirá?... La sensualidad, la codicia, la vanidad, la ira, todo eso son fuerzas. Decidíos a movilizarlas, y os ayudarán a avanzar en la dirección espiritual que hayáis decidido tomar."