Pensamiento del lunes 4 de abril de 2016.
"Todas las religiones han preconizado el ayuno como ejercicio de purificación. Pero el ayuno no debe ser comprendido únicamente en el plano físico. Si las impurezas se introducen en el cuerpo físico y provocan desordenes físicos, abstenerse del alimento (naturalmente, con medida) puede eliminarlas. Pero las impurezas también pueden introducirse en el cuerpo astral y en el cuerpo mental, bajo la forma de sentimientos o deseos groseros, de pensamientos o juicios erróneos. Estos pensamientos, estos sentimientos, estos deseos son entidades tenebrosas que obligan a los humanos a absorber ciertos alimentos que necesitan; porque los pensamientos, los sentimientos y los deseos son entidades vivas que también quieren ser alimentadas.
Para desprenderse de estas entidades tenebrosas, el hombre no debe darles nada «de comer», es decir que no sólo debe dejar de alimentar los pensamientos y sentimientos egoístas, agresivos, sino también reemplazarlos por pensamientos y sentimientos puros y luminosos. Si priva a estas entidades de los alimentos que buscan, les hará «ayunar», y entonces, sintiéndose amenazadas de morir de hambre, le abandonarán. He aquí cómo se debe también comprender el ayuno, transponiéndolo a los planos astral y mental."
"Todas las religiones han preconizado el ayuno como ejercicio de purificación. Pero el ayuno no debe ser comprendido únicamente en el plano físico. Si las impurezas se introducen en el cuerpo físico y provocan desordenes físicos, abstenerse del alimento (naturalmente, con medida) puede eliminarlas. Pero las impurezas también pueden introducirse en el cuerpo astral y en el cuerpo mental, bajo la forma de sentimientos o deseos groseros, de pensamientos o juicios erróneos. Estos pensamientos, estos sentimientos, estos deseos son entidades tenebrosas que obligan a los humanos a absorber ciertos alimentos que necesitan; porque los pensamientos, los sentimientos y los deseos son entidades vivas que también quieren ser alimentadas.
Para desprenderse de estas entidades tenebrosas, el hombre no debe darles nada «de comer», es decir que no sólo debe dejar de alimentar los pensamientos y sentimientos egoístas, agresivos, sino también reemplazarlos por pensamientos y sentimientos puros y luminosos. Si priva a estas entidades de los alimentos que buscan, les hará «ayunar», y entonces, sintiéndose amenazadas de morir de hambre, le abandonarán. He aquí cómo se debe también comprender el ayuno, transponiéndolo a los planos astral y mental."