Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
Hijos bien amados, os cubro de mi Amor, vosotros
que sois sin excepción alguna la carne de mi carne, mucho más allá de las leyes
de la carne, sino en la Ley del Cielo. La Ley del Cielo es Amor, y en mi
polaridad es Misericordia y Maternidad.
La hora de la Llamada se apremia a vuestra
conciencia, dándoos a vivir las primicias, los escalofríos y a veces la
aprehensión. Para otros de entre vosotros, esto os eleva ya en un éxtasis sin
nombre, ahí donde no hay nada más que lo que sois, sin ninguna otra manifestación
que la del Amor.
Esto, lo sabéis, y lo presentís. Entonces por
supuesto mi Hijo os dijo; “Nadie conoce ni la hora, ni el día”. Sin embargo, en
vuestra ruta, en vuestros caminos, en este mundo, las señales son innumerables
a vuestro alrededor. Por supuesto, muchos de entre mis hijos duermen aún presos
en las redes de la ilusión. Pero solo será por un tiempo y este tiempo llega a
su final.
Mis Gracias van a ser innumerables para todos
mis hijos, en estos tiempos tan precisos y tan intensos. Nadie podrá no
reconocerme, nadie podrá negarme o desviarse de mi Llamada. Entonces por
supuesto, cada uno viviréis a vuestra manera lo que está por vivir.
Por el momento, os recuerdo que el mejor de los
preparativos no es de ver vuestras historias, vuestros sufrimientos, vuestros
dolores, ni de escuchar vuestros pensamientos, ni vuestras emociones, tampoco
de escuchar lo que dicen vuestros placeres o vuestras penas, sino más bien de
permanecer lo más cerca a vuestro Corazón, en cada acto, en cada gesto, y en
cada situación. No olvidéis nunca eso.
Vuestras vidas, en este período, se santifican y
se elevan, cualesquiera que sean las apariencias. Lo que se celebra solo es el
abandono de los últimos pesos, de las últimas trabas, de los últimos elementos
del juego de este mundo, a fin de reencontraros vírgenes y renovados en vuestra
Eternidad y en vuestra Paz.
Muchos de entre vosotros vivís y viviréis,
señales particulares en vuestras noches, en vuestros días, en hechos a veces
insignificantes. Todo esto solo os mostrará, si esto aún es necesario, la
Inteligencia de la Luz, la Inteligencia del Amor y también la Inteligencia de
toda Madre en todo el mundo. Estad sin preocupación, estad sin esperanza y sin
espera, estad simplemente presentes en la dulzura del instante y en su
plenitud.
Ocuparos lo mejor que podáis, según lo que la
vida os da y ofrece, a vivir cada momento de vuestra vida en un estado de paz,
cualquiera sea humores y emociones del pasado. Vosotros no sois esto y lo
seréis cada vez menos. Entonces a veces esto os puede dar la sensación de que
no hay nada donde agarrarse, dando a veces el sentimiento que hay cosas que
desaparecen, que ya no están presentes como antes, en vosotros como en este
mundo.
Los componentes del conjunto de la conciencia se
modifican. Los intereses o los desintereses súbitos se manifiestan, y están ahí
para permitir, a cada uno, según su manera de adaptarse lo más justo, a lo que
viene hacia vosotros, y que ya está aquí para muchos de entre vosotros, por
vuestro estado, y por vuestra paz que está aquí, cualquiera que sea en lo que
se convierte vuestra vida, vuestro cuerpo, vuestros afectos y vuestros amores.
El Amor toma el protagonismo del escenario y os
muestra donde está el Amor y donde aún no lo está, no para juzgar o condenarlo,
sino para ver bien lo que se celebra, no a participar. Que sea en vuestra
historia o en un evento que se celebra ahora, todo esto no es nada porque la
Paz solo pide una única cosa: - crecer cada vez más en vosotros. Y el Amor solo
os pide una cosa: - ser todavía más Amor.
Sabemos por supuesto, y sobre todo en vuestra
época, que las vicisitudes de este mundo, las reglas y limitaciones, os inducen
más que antes a sentimientos de fracaso y tensiones. Sin embargo, os lo
recuerdo, que todos estáis en el justo lugar y en el momento preciso,
cualquiera que sea vuestra edad y vuestra historia, ya que no sois nada de todo
ello. La vida os va a mostrar, cada vez más, donde está vuestra Verdad y donde
no está.
Solo habrá Amor, y cada vez más, y todo lo que
os aparece como contrario al Amor, solo es su resolución en los espacios del
Amor incondicional. Esto no se ve claramente de momento, pero se manifiesta,
cada vez más en vosotros. De alguna manera, como si el examen de conciencia que
acompañaba hasta ahora la muerte, de un ser humano sobre la tierra, ocurriese
en vida, en este momento, como si muchas cosas se os revelasen, vividas a veces
como espinas o alegrías. Pero esto no hace ninguna diferencia, ya que esto solo
os traspasa y os revelan al Amor.
Entonces contentaros de observar sin explicar,
sin juzgar, sin condenar, y sin glorificar más a quien sea o lo que sea.
Permaneced sensibles al Amor e insensibles a lo que no es Amor, no para
rechazarlo, sino para dejar aflorar precisamente este Amor.
Bendecidlo de la misma manera, bendecid las
situaciones, bendecid las relaciones, bendecid vuestra historia porque todo
esto es devuelto, y perdonado en ese mismo momento. Os corresponde soltar lo
que os pueda atravesar en este período, y que comenzáis a ver cada vez más claramente
en algunos comportamientos, en algunas infracciones, en algunos excesos o
distorsiones. Todo esto no es grave. Como en los pequeños toques que os son
dados, contribuyendo a vuestro avance hacia el Corazón del Corazón, hacia la
Transición, hacia mi Llamada y hacia vuestra Resurrección.
Todo esto, de manera a veces un poco confusa, os
va a aparecer cada vez más claramente. Que esto sea en vuestros sueños, que
esto sea en vuestras jornadas, o en las innombrables experiencias que podéis
vivir, en cualquier evento que sea, en vuestro cuerpo también, que se
manifiestan a veces de forma violenta, en cualquier lugar de vuestro cuerpo,
dando a veces percepciones inhabituales, que sean percepciones corporales o
incluso, diría, en el análisis de una situación cuando la vivís. Porque lo
nuevo comienza a disolver lo viejo, y lo nuevo no tiene límite ni restricción.
Lo nuevo es vuestra Libertad. Y eso, a veces, puede discrepar con el encierro
que vivís ahí-mismo.
Entonces por supuesto esto puede a veces ser
desestabilizante, pero toda desestabilización os conducirá inevitablemente a un
nuevo equilibrio, hasta el Último, lo más evidente para mi Llamada.
Yo diría que la única cosa a verificar está en
vosotros, en vuestra conformidad al Amor, no tal como podéis imaginar o
suponerlo, sino tal como se presente a vosotros, en cualquier manifestación que
sea. Incluso si es la falta de Amor que pide una aclaración, no la juzguéis, ni
en vosotros, ni en nadie, ni en ninguna situación. Contentaros de tratar de
atravesarla sin reaccionar, contentaros de abandonaros a lo que se vive. Sobre
todo, en lo que concierne a nuevos elementos, e imprevistos que llegan a
vuestra vida sin que lo hayáis pedido, sin que los hayáis deseado ni incluso
dudado. Hay unos elementos como estos que aparecen o que parecen aparecer, que
solo son vuestro desvelamiento. No son más, lo que podéis llamar unas
responsabilidades en el sentido de vidas pasadas o lo que podéis llamar todavía
desequilibrios, pero más bien unos mecanismos de equilibraje mucho más ligeros,
incluso si os parecen difíciles en algún momento, y en todo caso mucho más
radicales para llevaros a la Transición y a mi Llamada.
Cualquiera que sea la Transición que viviréis,
estaré al otro lado para recibiros en lo que nunca habéis abandonado. Pero esto
será algo tan grande y tan fuerte que habrá a la vez esta Reconexión, este
reconocimiento y esta Evidencia que no dejará ninguna sombra a nuestra
filiación y a nuestra Eternidad.
¿Entonces qué temer? Si no es por supuesto el
sufrimiento efímero y el exceso de lo que pueda volver, de vuestra historia y
de vuestra persona. Recordad en esos momentos, que estamos en vosotros como a
vuestro alrededor y que somos vosotros, y que vais muy pronto, si aún no es el
caso, a comprender y a vivir, sobre todo lo que os decimos ya desde hace mucho
tiempo: solo hay Uno, solo hay Amor. Todo el resto solo es pasajero y se disipa
en la Luz del Amor.
En toda circunstancia y en toda ocasión, todo lo
que pasa en vosotros, sobre la tierra, contribuye a la misma Verdad que se
instala en lo sucesivo, sin tener necesidad de buscar lo que sea en un futuro o
en otra parte. Volver a ser como un niño es indispensable en este período
precedente a mi Llamada. Como dijo Hermano K, descubrís a través de ésto,
cualquiera que sea la coloración de lo que se celebra en vuestras vidas, esta
madurez, esta estabilidad y esta Responsabilidad. Constatáis que lo que os
hacía reaccionar antes tal vez sea amplificado o ha desaparecido por completo,
pero que esto no hace en definitiva ninguna diferencia excepto en el momento.
Desde el instante en el que permanecéis en el instante que sigue, este instante
pasado que os ha desequilibrado solo ha estado ahí para mostraros aún más
precisamente cuando hay equilibrio, donde hay Paz. Así se adquiere la madurez,
así se adquiere la Responsabilidad al igual que la Autonomía de sí mismo en su
relación con los demás, en su relación con su corazón y en su relación con el
Uno.
¿Es que el Uno está lejos de vosotros como algo
que es necesario de alcanzar? ¿Es que el Uno se manifiesta en vuestra vida por
la sincronicidad, por iluminaciones, cualquiera que sea su violencia? ¿Es que
el Uno está establecido, haciéndoos desaparecer, poniéndoos a la escucha la más
clara y la más trasparente de mi Llamada? Todo esto lo veis, incluso si no lo
aceptáis aún, e incluso si lo que veis no parece complaceros o haceros adherir,
no os inquietéis, solo es pasajero. Solo es lo que queda por atravesar.
Entonces, dejaros, dejaros atravesar y amad, ya que no es nada más que Amor, y
lo sabéis, lo que llega hasta vosotros.
Solo la mirada de la persona puede hacer creer
lo contrario. Aquellos que han puesto los valores no en su Esencia, sino en sus
peregrinaciones en este mundo, a través de las leyes de este mundo, pero ellos
también son mis hijos, cualquier cosa que hagan o que digan, ya no podrán
evitar mi Amor. Lo reconocerán en este momento, pero con la dificultad de
deshacerse de lo que no haya sido aliviado antes. Pero esta es vuestra elección
y vuestra libertad. Y a través de esta comprensión, si puedo decirlo, a través
de esta negrura, la semilla germinará porque es vivificada por mi Agua, es
vivificada por vuestra misma Eternidad.
Vivamos juntos un momento de silencio, antes de
que continúe a explicar algunas cosas.
... Silencio ...
Mis hijos bien amados, permitidme seguir.
Los tiempos que preceden a mi Llamada son los
que vivís en este momento, desde la apertura del Ángel Uriel. Hace algún tiempo
que, de alguna manera, vivís este camino, que os lleva a la Resurrección de la
Pascua, no por supuesto al final, sino a un nuevo nivel franqueado, hacia
vuestra Libertad y Autonomía, en vuestra comprensión no de vuestra persona ni
de vuestra vida, sino de vuestra Esencia directa.
Muchas cosas os serán entregadas, dadas y
mostradas de diferentes formas como he dicho. Y es en estos eventos que han
comenzado a celebrarse desde hace algún tiempo y que van a amplificarse durante
el mes de abril bajo el impulso de la Luz vibral, bajo el impulso del Sol, bajo
el impulso de las Estrellas en el cielo. Nuevos elementos van a manifestarse
sobre la tierra, desconocidos hasta entonces, firmando, en vosotros como
sabéis, un cierto número de despertares, un cierto número de toma de conciencia,
no solo para vosotros, sino para el conjunto de vuestros hermanos y hermanas,
que aún están dormidos y que deben aún vivir la última Gracia de nuestro
encuentro antes de mi Llamada.
Estén atentos, porque en estos días y en estas
semanas, la vida es señal y cada mirada, cada palabra escuchada o llevada
tendrán el mismo sentido y la misma evidencia para el que lo quiera ver. Que
esto sea con tristeza, que esto sea con pesar, que esto sea por desesperanza,
que esto sea con alegría, poco importa. Observad los frutos de todo esto,
llegando en cada día, a cada hora, a fortaleceros, cualesquiera que sean las
apariencias.
La Fuerza, la fuerza del Espíritu está aquí. Os
da a veces a vivir un sentimiento de debilidad, que sea por las oscilaciones,
por el cuerpo, bien sea por vuestro estado de ánimo, provocando incluso a veces
un sentimiento de rechazo hacia vosotros-mismos, de la vida o de los demás.
Pero esto no es importante, porque tenéis la
fuerza insuflada por el Espíritu que os permite superar y transcender, ahí
también, vuestros hábitos, los pequeños errores de comportamiento, ahí donde
nos situamos ante el otro, donde atraemos, en vez de reconocer al otro. Y
veréis, que si aceptáis la vida tal como se celebra, en vosotros y a alrededor
vuestro, y veréis que, si sobrepasáis los resentimientos u otros sentimientos
pudiendo ir hasta la traición o el error que, si perdonáis real y
concretamente, simplemente por el Amor y no por el pensamiento, entonces, en
este momento esto desaparecerá de vuestra vista, de vuestra vida, de vuestras
emociones y pensamientos.
Y vais a descubrir de manera muy directa que el
perdón no es simplemente una intención, sino que es un acto real del Amor y de
la Luz, que solo depende de una única cosa: de vuestra confianza en el Amor y
no en vosotros mismos, la confianza en el otro y no en su traición, en lo que
él es en Eternidad y que está en el mismo camino que vosotros, dándoos
simplemente a ver otra faceta de vosotros-mismos ya que sino no habría nada más
a ver y nada más a vivir. Y recordad que cada evento que está puesto frente a
vosotros, solo está ahí para permitiros de ser más libres, de ser más fuertes y
de desaparecer más fácilmente en mi Presencia.
La Blancura que viene es la de la Virginidad, es
aquella, como la imagináis tal vez, la primera Chispa de Vida, la primera
manifestación de la conciencia, ahí donde se encuentra el gérmen de toda
conciencia. Todo esto se desarrolla en este mismo momento. No busquéis nada
más, que vivir vuestra vida. Si la vida os lleva a mis naves, o a las
experiencias místicas, es que sean necesarias para vosotros.
Si nada sucede, entonces encontrad esto, este
Amor y ésta Luz en lo que la Vida os da a vivir, cualquiera que sea a veces el
peso, porque esto no os concierne en nada desde el instante en que el Amor está
ahí.
Hijos bien amados, comulguemos juntos, en el
Corazón de la Fuente y en el seno del Espíritu del Sol, aquí mismo, ahora.
...Comunión...
Hijos bien amados, me retiro ahora en vuestros
Corazones con todo el Amor de una Madre, con todo el Amor de una Madre
Creadora, la del Mar Primordial del fondo de los océanos, de las Aguas
purificadoras y resplandor de Vida en su primer Aliento.
...Silencio...
Soy María, Reina de los Cielos y de la Tierra.
Con Amor y para siempre en el Amor.
Publicado por Alicia
http://mialmadediamante.blogspot.com
30 de Abril del 2016