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En la Nueva Energía todo se puede cambiar

Existe un programa genético comparable a un programa informático: el ADN codifica la información, el ARN la transcribe y la traduce en una serie de órdenes que construyen la secuencia de aminoácidos.

A través de la intención, del uso consciente del sonido sobre el Campo Electromagnético comunicamos con la consciencia celular a nivel del ADN para restaurar los patrones energéticos primordiales.

Las 12 capas del ADN contienen diferentes tipos de información sobre tu totalidad.

La 1 o genoma contiene nuestra herencia biológica, la 2 es la capa emocional que contiene información sobre el Plan de esta vida, la 3 es la capa de la activación y ascensión, la 4 y 5 contienen nuestras memorias akáshicas, la 6 es la conexión a tu Yo Superior, la 7 y 8 son las capas Lemurianas y Pleyadianas, la 9 es la liberación por el fuego de la Shekinah, capa catalizadora que da origen a un nuevo comienzo escrito en las capas 10, 11 y 12 las capas de nuestra “divinidad”.

¿Qué pasa cuando activamos nuestro ADN biológico-espiritual? Si por ejemplo una de nuestras lecciones es aprender a través de la enfermedad, al activar el ADN podemos cambiar esa lección en salud perfecta. Nuestro plan de vida está codificado en la capa dos, al modificarse nuestra intención estamos cambiando y dando una nueva orden a la capa 1 que es el Genoma Humano, por lo que ya no habrá enfermedad para nosotros. Estamos siendo dueños de nuestra genética, de nuestra energía y de nuestra vida. Al cambiar un sólo atributo, las demás capas lo “conocen” y todo se recalibra en una nueva frecuencia.

Cantarle los Tonos Pineales a nuestra propia conciencia celular, es una de las experiencias más poderosas que podemos experimentar, siempre y cuando salgan del Corazón y nuestra intención sea elevada.

Los científicos que estudian el origen de la vida encuentran tal nivel de organización en las funciones biológicas del cuerpo humano que se preguntan ¿Quién es el programador? Desde la física cuántica Rupert Sheldrake, David Bohm y Carl Pribam nos hablan de una concepción del Universo asociada a un nuevo modelo de Consciencia.

Para Pribam, por ejemplo, el mundo físico es una proyección holográfica del Universo.El Universo está constituido por frecuencias de onda que el córtex cerebral decodifica y traduce en un holograma físico.

Tanto los campos mórficos de Sheldrake, el orden implícito y explícito de Bohm, como el dominio de la frecuencia de Pribam nos hablan de un orden o dimensión “superior” del que nuestra realidad 3D es el reflejo empobrecido. Ese orden o dimensión superior sería un espacio superluminoso de energía pránica, una fuente de pura información, donde existen todo los potenciales al mismo tiempo, un superuniverso que tiende al orden y a la perfección. A través de la lectura y traducción de estas frecuencias, como observadores elegiremos, según nuestro nivel de consciencia, el holograma que va a crear dentro de un campo de probabilidades infinito.

A más Consciencia/Información/Luz, más visión de todos los potenciales y más posibilidades de elección.

¿Cómo viaja la información del Universo a la consciencia humana?

A través de frecuencias. El córtex cerebral, la glándula pineal y el Campo Electromagnético, son los transductores de la frecuencias/información /luz que viajarán al núcleo celular, llegarán al ADN y serán utilizadas para el sostén de la vida.

Si las interconexiones dentro del cerebro no son óptimas, si la glándula pineal no está activada, si el Campo Electromagnético no está equilibrado, la información de las esferas más elevadas no fluirá a nuestra consciencia, lo que reducirá enormemente nuestro campo visible de potenciales, y por lo tanto limita la creación de nuestra realidad. Nos estaremos repitiendo en un círculo vicioso de potenciales poco elevados.

Este proceso nos pone frente a una nueva realidad: somos los creadores, y por lo tanto responsables, de nuestra realidad física. Mediante la elección consciente, manifestamos una realidad que también podemos cambiar, elevando nuestra frecuencia. A más Consciencia/Información/Luz, más visión de todos los potenciales y más posibilidades de elección.

El humano divino es un emisor-receptor de frecuencias, es como una antena en movimiento, con la capacidad de comunicarse con el Universo y de decodificar información.

¿Qué parte del nuestra biología tiene el poder de hacerlo?

Nuestro ADN!!! La información cósmica viaja a través de una red magnética. En el origen, el Gran Sol Central emite nuevos planes para este sector universal en evolución. Esa información viaja en los rayos gama a través de la cadena de soles, hasta llegar al sol de nuestro sistema solar y de allí es inyectada por los vientos solares a la rejilla magnética del planeta.De la rejilla planetaria y por resonancia magnética la información viaja a nuestra rejilla individual, y de nuestra rejilla hacia el cuerpo celular, hacia el ADN.

Este proceso fue largamente explicado por Kryon, el Maestro Magnético, que vino al planeta en el año 1987 a reajustar la rejilla magnética y cambiar el equilibrio entre luz y oscuridad de la misma, para que el humano pudiera al fin hacer el salto cuántico que le permitiera recuperar su poder, y a la tierra, su lugar de hija divina, y ser coronada como tal. El trabajo sobre la rejilla llevó 12 años de trabajo. Recién en 2003, se activó lo que algunos llamaron la Rejilla del Paraíso.

Según Kryon ese día se completó y culminó la intención primordial de su trabajo en la tierra, ya que inyectó en la rejilla la energía de la Maestría.

Para quienes trabajamos con el ADN, ese día celebramos y nos alegramos por la Humanidad. Y hasta hoy seguimos festejando!!!

Esta energía ha impactado por igual al colectivo humano, despertando por oleadas de conciencia, a miles y miles de seres a su propio poder.

En “El Gen de Dios” , Dean Hamer, importante genetista doctorado en la Universidad de Harvard, nos sorprende con una teoría por demás revolucionaria, diciéndonos que ha logrado identificar un gen que codifica la monoamina, proteína que controla sustancias químicas que despiertan en el humano experiencias interdimensionales, y terminan alterando la conciencia, o sea nuestro sentido de la realidad; la conciencia de nosotros mismos y del Universo.

Luego de años de investigación, Hamer concluye en un “instinto espiritual”, que existe desde el comienzo de la Creación, y que está en los genes.El entramado biológico-espiritual está como nunca capacitado para entrar en conexión con nuestra interdimensionalidad, y eso es lo que se nos ofrece.

Sabemos que todo cuerpo físico tiene una correlación interdimensional, y que el átomo tiene 12 niveles de profundidad. Para nuestro ADN es igual, tenemos una capa física llamada Genoma Humano, y 11 capas interdimensionales, que se imbrican en el físico, y juegan un rol fundamental en nuestro proceso de Ascensión.Esa información también fue dada por Kryon.

A través de los Tonos Pineales, que actúan desde la glándula pineal, para despertar esas capas, fortalecer nuestro entramado energético y repolarizar el “cableado” de nuestro sistema nervioso para que podamos sostener la nueva información y usarla en el ahora.

Cada capa posee un nombre divino hebreo, un nombre de Dios que oficia como “llave” que abre un portal de luz y enciende esos circuitos de información en ti. Usamos el hebreo porque es el lenguaje derivado del Lemuriano con mayor poder vibratorio hoy, y cuya misión es establecer una resonancia que asista al humano a recordar QUIEN ES.

Cantarle al ADN con el tono y la letra correcta es poderoso.

La combinación de letras hebreas correspondientes a las combinaciones de los nucleótidos recrean la rejilla de luz primordial que dio lugar al holograma del que nosotros somos la proyección holográfica.

Este holograma es perfecto y habla de nuestra divinidad, de nuestra majestuosidad, de nuestra infinitud, de nuestra Unidad. Antes de venir al planeta hemos recorrido galaxias, constelaciones, universos. Vinimos a este planeta por Amor a “Todo lo que Es”, para elevar el nivel vibratorio de Gaia. Estamos aquí porque podemos, porque somos fuertes, valientes y en el Universo nos conocen como “Guerreros de la Luz.” Es lo que hacemos: somos creadores de frecuencias para el Gran Creador, somos como los jardineros de un inmenso jardín llamado Universo.

Hoy estamos en La Tierra para hacerla florecer, para que exhale un perfume único y especial, y nosotros somos parte de ello.

Fuente: tartessos.info



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02 de Abril del 2016