Extasis y Resurrección
Soy Gema Galgani. Hermanos y hermanas, reciban
todo mi Amor. Vengo como Estrella Unidad, encargada por María de desvelar
ciertos elementos que sobrevendrán en el momento de la extasis y de vuestra
Resurrección.
La Luz Blanca es la Luz de la Certeza, del Amor
inexpresable e incondicional de Cristo, y de la Fuente, que es nuestra
naturaleza esencial, en toda manifestación y en toda creación.
La Luz Blanca es la Luz que aparece cuando una
manifestación o creación va a nacer, en cualquier dimensión que sea. La Luz
Blanca se relaciona a la Unidad, así como a la Paz, y al mismo tiempo a la
Morada de Paz Suprema. La Unidad es una Luz donde no existe ninguna forma,
ningún principio ni fin, y que colma todo espacio. Así es el Éter Original, así
es el Éter de la Creación. La Creación permanente e infinita. No tiene
principio ni fin, y va a manifestarse según los espectros de color visibles e
invisibles, mucho más allá, de lo que los ojos de la carne puedan ver.
La Unidad se traduce por la Paz. y por la
desaparición de todo elemento de separación con la Luz, de distanciamiento, de
formas, de tiempo o espacio.
La estasis de la Unidad, es sensiblemente
parecido al éxtasis de Shantinilaya o Morada de Paz Suprema.
La Luz Blanca es la Luz de la Fuente, la que
aparece desde el momento en que lo increado cede todo lugar a lo creado. La Luz
Blanca es la primera emanación de la Fuente y del Arcángel Metatrón, que
corresponde a la conexión del cordón invisible que une a toda vida, en toda
dimensión, así como en toda manifestación. Es la Luz del Espíritu revelándose a
sí-mismo, que no tiene coloración, ligada al alma y señala la desaparición
total de lo que pueda existir, de lo llamado intermediario entre el cuerpo de
manifestación, en esta dimensión, y el Espíritu.
El Alma no es un vehículo indispensable, el
Espíritu es todo poderoso. La coloración del alma, es un color de manifestación
según las dimensiones. La coloración más conocida por vosotros, aquí en este
mundo, es la Luz Dorada, que corresponde a la franja más alejada de la
materialidad de la matriz, y corresponde al cuerpo causal. En cuanto la Luz
Blanca aparece, en vosotros como al exterior, eso significa el desgarro del
cuerpo causal, su disolución, su desaparición, dejando todo el espacio al
Espíritu. Desde ese momento ya no puede haber coloración. Solo puede existir
ese Blanco uniforme, donde no existe ni formas, ni tiempo, ni espacio.
Esta Luz Blanca, algunos ya la vivieron. Las
primicias son las siguientes: adormecimiento del cuerpo, indiferencia,
disminución, y desaparición incluso de la percepción de la envoltura corporal
como de las envolturas sutiles. Entonces en ese momento la vibración ha
alcanzado, diría, su apogeo, donde ella se borra ante la majestad de la Luz.
Por supuesto, la vibración puede ser previa por la activación de lo que se
llama la Corona, o por la reactivación de algunos centros energéticos. Pero
esto se fusiona en lo Blanco, y a la Luz de la Creación, allí donde están todos
los posibles, allí donde está nuestra Fuente común y nuestra primera emanación
común en la manifestación.
En cuanto que el alma, como Espíritu
individualizado, ha de vivir ciertas experiencias por el simple interés de la
experiencia, sin restricción, ni otra cosa que Amor y Libertad, y la
Responsabilidad de sí-mismo, así como de toda vida y creación. Así se organiza
y se estructura la vida en las numerosas Moradas del Padre.
Todo eso va a pasar en el momento de la Llamada
de María, en el que el mecanismo de la estasis comenzará. Tendréis las
primicias en vuestro mundo. No solo por el descenso de las partículas
Adamantinas, ni por la agregación de algunas de éstas partículas, formando
elementos de Luz tomando formas. Actualmente, constatarán que existen capas de
Luz Blanca, como capas de niebla, pero no es eso, y corresponde a lo que os
dijo el Comendador. Penetrar esta Luz Blanca y vivirla hace desaparecer
instantáneamente todo lo que pueda existir como bloqueo en la persona, así como
en el alma, respeto a la propia disolución.
El mecanismo de Transición, y de la estasis, os
recuerdo que están destinados a haceros vivir nuevamente la totalidad de
vuestra Esencia, Esencia situada en la Luz Blanca. Es así como que veréis las
primicias en vosotros como en vuestro entorno, por la aparición de dolores
fulgurantes y sorpresivos, como en momentos en los que os parecerá desaparecer
sin haberlo querido, o situaciones que pueden ser molestas, para vosotros
cuando la persona es necesaria. Como para conducir un vehículo o llevar una
conversación. Eso no lo controlaréis, y lo dominaréis cada vez menos, porque es
la Luz que elige y no vosotros.
Donde solo podéis someteros y sumergiros en el
océano de Beatitud, de Felicidad y de Paz, donde ninguna referencia a este
cuerpo, y en esta vida intervienen más.
De este modo la Luz Blanca os conduce al umbral
de lo Increado, os lleva a la Fuente, y reactiva además lo que sois en
Eternidad y os permite fundirse en este origen primordial, que es nuestra
Esencia y la de todos.
Cuando no existen más barreras, es cuando no
existen más limites, ni del cuarto donde estáis, ni de percepción del cuerpo.
Este se entumece, puede vibrar y desaparecer totalmente. En esos momentos, ya
no puede haber ninguna duda sobre lo que se vive y se experimenta. Pero al
regreso, siempre tendréis la opción de vivirlo permanentemente o de volver a
los juegos de experiencia en la materia, o inmersión dada.
El momento del Tránsito, además, no os dejara
opción. Seréis prevenidos, como sabéis, algunos días antes por los anuncios del
Cielo y de la Tierra y los Anuncios de María. Sentiréis, como una languidez que
os invade, la necesidad de reposo y de acostarse. Una incapacidad más o menos
profunda para poder pensar y reaccionar ante lo que sucede, poniéndoos en la
postura del espectador que no puede modificar nada de lo que se celebra. Y en
determinado momento perderéis toda noción de identidad, toda noción corporal,
toda noción de dimensión. Seréis bañados totalmente en esta Luz Blanca, ya sea
que la aceptéis, o que la rechacéis.
En ese momento, si la aceptáis totalmente, el Si
será establecido de manera definitiva, haciéndoos aptos a vuestra Resurrección
final y de obrar en vosotros y en lo que atribuyáis. Por supuesto que, si hay
resistencia y no reconocimiento a este estado de Amor incondicional y original,
habrá miedo e inestabilidad, con la dificultad a permanecer inmóvil por la
ausencia de control del cuerpo.
La Luz Blanca, no es identificable con nada, ni
nada conocido en este mundo excepto en las primicias que viváis, ya sea por la
vista, visitando algunos lugares de la naturaleza, en vosotros o en momentos
fulgurantes que ocurren, con forma o sin forma, en general rápidos. Tal vez
habéis vivido eso desde hace algunos años, al acostaros por la noche a oscuras,
que hay un enrejado o cuadricula etérica que se dibuja en el techo del
dormitorio. A veces veis ahí Presencias, formas móviles, que no es sino la
inmersión de vuestra conciencia en lo que viene y que llega totalmente ahora.
Eso es el regreso del Cristo en vosotros, el regreso del Espíritu del Sol, el
regreso del hijo, del Hijo Ardiente del Sol, del KI-RIS-TI, que Sois.
Por supuesto todos tenemos un modelo. Y ese modelo
sabéis que es Cristo, no en su acepción religiosa, si no como Principio
cósmico, Universal, de la pureza del cuerpo de Êtreté. Encontrar la Luz Blanca
en el momento del paso y de la estasis, si lo aceptáis, y os sumergís
totalmente en lo que se presente, os dará acceso entonces al último Paso, que
corresponde a la Luz Blanca lo que fue llamado la Nada. Pero esa nada, el
Absoluto, ese Todo, más allá de la Luz y de la manifestación que está más allá
de la Luz, es lo que os vine a mostrar, la base y el origen de la Fuente misma.
De la misma manera que una fuente brota de la
montaña, y que no veis todo su trayecto, parece nacer en ese lugar, pero ha
recorrido múltiples circuitos y trayectos escondidos en el interior de la
montaña. Es lo mismo para el Absoluto. El Absoluto subyace a la Luz, él es el
agente que permite la manifestación de la primera Luz, como de toda Luz en este
mundo, como en toda conciencia y dimensión.
Eso es lo que va a ocurrir. Tendréis la lucidez.
Como seres que no solamente están unidos unos a otros en las dimensiones, sino
más bien participando en la misma y única a-conciencia, de la misma y única
manifestación posible en todos los sentidos, en todo lugar, como en toda
dirección. Eso pasará sin inconvenientes, ya que desde ahora os llega por
etapas, por momentos, de desaparecer de sí-mismos, ya sea cuando nos escucháis
o de imprevisto. Aunque no queden recuerdos, volvéis de esa ausencia en un
estado diferente, donde la Paz y la ecuanimidad están por delante del
escenario. Este es vuestro alimento y vuestra guía.
En cuanto estéis totalmente bañados en la Luz de
la Creación, vosotros mismos asistiréis al origen de esta Creación.
Remontareis, diría, el hilo del tiempo, el hilo de las experiencias mucho más
allá de los recuerdos de esta tierra, para reuniros con la experiencia
primordial, la de la voluntad de la Vida en manifestarse, por la Luz y por
Amor, en todo espacio y de toda dimensión creada. Pero estáis más allá de toda
Creación, participando en toda creación.
Y es esta fuerza que os será comunicada en ese
momento, y que os llevará a la Resurrección en las esferas eternas de Vida,
según vuestro programa. No un programa tal como lo conocéis, si no el programa
de alma, si es que este corresponde a vuestro programa de Espíritu, como Espíritu
individual, viniendo a su turno, a soportar las manifestaciones y los mundos,
sin importar cuáles sean. Reuniéndoos a vuestro Origen Estelar o a uno de
vuestros linajes, a fin de seguir vuestro periplo, dentro de la manifestación
no importa cual, pero en total Libertad, en total Autonomía y total Amor. Es lo
que va a ocurrir.
Retened bien que el aprendizaje que vivís en
este momento, más allá de las circunstancias comunes de la vida, os llama
todavía a momentos extraordinarios.
En esos momentos extraordinarios cualquiera que
sea lo que yo llamo, el devenir después de la Resurrección, estaréis ahí solo
para mostraros esta aptitud que se abre por sí sola, al mismo tiempo que el
Cristo en vosotros, al mismo tiempo que la última envoltura se desgarra para la
Tierra, así como vuestras envolturas sutiles. Por supuesto sabéis que la
palabra maestra es Amor, y de soltar todo lo que tengáis en ese momento, y
hablo de ese momento. Y ahí veréis que, por pequeños toques, y más importantes
por momentos, cada uno a su ritmo, pero a un ritmo dentro de un límite, que es
el de la aparición del segundo Sol. Así durante ese tiempo, constatareis la
amplitud de las oscilaciones entre la conciencia ordinaria y la
Supra-conciencia, la de la Supra-mente, la que no conoce ninguna barrera ni
límite, donde la Luz Blanca os viene a mostrar vuestra naturaleza, Esencia y
manifestación.
En la Luz Blanca, se encuentran todos los
potenciales para crear, en devenir en lo increado. Todo eso no tiene ningún
límite, no tiene forma, ni tiene tiempo, no tiene espacio, ni referencia que no
sean otros que el Amor, que está ahí omnipresente. Es como si la Luz misma,
fuera ese Amor, la Luz Blanca misma, fuera el origen de toda cosa, de toda
respiración, de todo elemento, es exactamente eso, lo que viviréis. La fusión
de los cuatro Elementos arquetípicos, os lleva a la re-creación del Éter
original, que es la Luz Blanca de la Unidad. La Luz, en la que no puede existir
la menor coloración.
De esa facilidad, hoy y en el tiempo que acaba
de pasar, hasta la llegada del segundo Sol, serán cruciales. No por un devenir
porque éste os fue asignado, es más bien para mostraros que esta noción de
Transición y de Resurrección no es una muerte, sino más bien un verdadero
despertar, haciéndoos salir y extrayéndoos totalmente de la ilusión,
mostrándoos, en este momento, toda la realidad y toda la ilusión.
Ya no será posible dudar, ni de hacerse
preguntas, porque la Luz Blanca es Evidencia, si bien ella trae, no
reticencias, sino a veces miedos y necesidad de apropiación. Eso no durará,
porque en un determinado momento, todo eso será remplazado, por la desaparición
total de lo que llamáis conciencia.
Entonces ahí, entenderéis, si no lo
experimentaron en la vida de la tierra, que sois realmente Eso, es decir el
Absoluto, el Parabrahman y que participáis en toda creación y en toda
manifestación en el seno de los Mundos Libres. Y por supuesto el olvido habrá
desaparecido. Y habrá el recuerdo de quienes sois, que será total e
íntegramente restaurado. Y cuanto más aceptéis de quedaros tranquilos, de
permanecer silenciosos, de estar inmóviles, de aceptar la desaparición en ese
momento, tendréis mas facilidad para extraeros de toda manifestación, de toda
forma y de este mundo, así como de toda atadura que pueda quedar respeto a la
vida en todo mundo carbonado.
Ese es el momento de la Libertad, en que el
Juramento y la Promesa son actualizados por la inmersión en la Luz Blanca y
entonces ahí, estaréis libres.
Libres de servir o de ayudar a otros sistemas
confinados, libres de regresar a vuestro Origen Estelar, libres de fusionar con
cualquier conciencia, libres de experimentar, de encontraros o de permanecer
tranquilos. Y para eso es necesario que la instalación de la Luz Blanca sea
evidente durante el lapso de tiempo de la estasis, que durará un poco menos de
72 horas.
Tendréis la ocasión de hacer, también a nivel de
la conciencia, pero no del cuerpo ni del mundo, vaivenes a veces entre algunos
recuerdos y poco a poco esos elementos iniciales se disolverán por sí-mismos.
El sentido de ser una persona, de tener tal relación, tal profesión, tal edad
no querrán decir estrictamente nada.
Os encontrareis con la impresión de emerger de
un largo sueño que os obligó a experimentar, lo que no es real, a experimentar
el sentimiento de separación, no para progresar, ya que sois perfectos desde
toda Eternidad. El Velo del olvido es terrible, ya que ha creado la noción de
regreso a algo que siempre ha estado ahí. Sin embargo, todos hemos pasado por
lo mismo, las Estrellas en su mayoría. Porque el camino de la carne en los
mundos disociados es un camino de dificultades, un camino que no tiene otro
sentido que el de nutrir a los que fueron depredadores, que se mezclaron con
aquellos y aquellas que nos crearon, en todo caso no como almas, sino como
cuerpos, en este mundo y manifestación, que era totalmente Libre, os lo
recuerdo, en el momento de su siembra.
Así que volveréis a ser los que siempre
fuisteis, decidiendo explorar los caminos del alma, o explorar los caminos del
Êtreté, o volver directamente a la quietud eterna de la ausencia de conciencia,
donde nada es experimentado, porque no hay nada desplegado, donde todo se une,
donde solo existe, nada más que ese punto que nunca termina, en el Centro del
Centro, el Corazón del Corazón, donde ninguna duda, ni manifestación ni
sentimiento de pertenencia a quién sea o a lo que sea puede existir.
De este modo se resolverán en vosotros, los
cuatro Elementos arquetípicos correspondientes a la venida del segundo Sol, del
cuerpo de Êtreté y a vuestra Resurrección.
En ese momento la crisálida se desgarrará entera
y totalmente. La oruga no dejará ni recuerdos, ni restos ni nada. Y habréis
renacido en las esferas de la Eternidad. Habréis renacido como amigo del
Cristo, o esposa del Cristo. Seréis libres, estaréis maduros, seréis
responsables, sin pasar por fases de aprendizaje, aunque serán necesarias para
los que quieran explorar algunos Mundos Libres, y de recuperar el perfecto y
completo empleo del cuerpo de Êtreté, como un recién nacido, un niño que
aprende a caminar y a mantenerse de pie.
Así reaprenderéis lo que es el vuelo, el vuelo
en conciencia, el vuelo con alas, lo que son saltos dimensionales, los viajes
en un vehículo llamado nave de Luz, que no es otro que el cuerpo de Êtreté,
desplegado en una dimensión. Veréis que el mismo concepto de dimensión, el
portador de todas las simientes de la creación, no es sino el placer del juego
en toda libertad. Es la Alegría de la Vida, la Alegría de la Creación, la
Alegría de la expresión en toda manifestación, la Danza de la Vida en toda
dimensión, la Danza de la Vida en toda conciencia.
Pero para eso necesitáis pasar irremediablemente
por el silencio total de la manifestación de este mundo. Por supuesto que
muchos elegirán quedarse en esta tierra, en vuestra nueva dimensión a nivel de
la Intra-Tierra. Otros elegirán, conservando su alma de ir a ayudar a otros
pueblos de dimensión carbonada Libres, no habiendo permanecido confinados, ya
que allí, por vuestras capacidades, seréis útiles, porque vuestro placer y
alegría de experimentar serán también útiles. Cada uno encontrará la Libertad
que ha concebido, que ha aceptado y reconstruido, para él como para cada uno.
Porque en efecto no se puede reivindicar la
Libertad que uno se concede a sí-mismo, privando a sus hermanos de la suya, ya
que el otro y vosotros, vosotros y el otro es lo-mismo, jamás lo olvidéis. Esto
es lo que se os presentará, justo antes de la instalación definitiva de la Luz.
El bien y el mal serán trascendidos por la Luz
Blanca, donde os los recuerdo, ninguna oposición o contradicción pueden
existir. Y desde ahí al día de la Resurrección, os lanzareis hacia la Libertad
más total o hacia los centros de enseñanzas que os permitirán dominar vuestra
alma, dominar la marcha de las dimensiones y de las conciencias. Todo eso os
será ofrecido porque es vuestro Don y Libertad, es la finalización de lo que es
efímero.
Por lo tanto, todo lo que vivís en este momento,
como fue dicho por el Comendador, solo está aquí para mostraros, demostraros y
prepararos para el encuentro con la Luz Blanca, con el Cristo, y el Regreso de
la Esencia. Así que no puede haber temor, salvo para la persona que no esté
suficientemente impregnada de la Luz, por las resistencias que hayan estado
presentes o porque no se tenga necesidad de Luz, también. Pero ahí en esos
momentos, podréis resistir, no por miedo, sino por una forma de aprensión, como
antes de lanzarse al vacío cuando os sumergís en el mar, cuando os lanzáis
desde muy alto, o cuando os lanzáis en paracaídas sobre la tierra, cuando os
descolgáis, es como si el corazón saltara. Eso lo habréis sentido en diferentes
ocasiones de vuestra vida. Cuando os encontráis con seres amados, cuando hay un
evento, sentís como el corazón salta en el pecho. Este sobresalto lo viviréis
también en ese momento. Y ese no será el último suspiro, sino el primer aliento
en la Eternidad, de manera lúcida, autónoma, de manera consciente, allí donde
no existirá más ninguna oposición.
Si el alma está presente, será porque habréis
hecho la elección en ese momento de tomar alguna coloración, de vivir ciertas
experiencias, pero nunca más en los mundos confinados. Salvo, por supuesto que
sea la elección del alma, o que sea también la necesidad de ayudar y de Servir.
En tal caso os será hecho, ahí también, en función de vuestros deseos y según
vuestra postura.
De este modo, en el despliegue magistral de la
Luz, así como algunos elementos os son aun incomprensibles o difíciles de
vivir, todo eso hace parte del juego y desaparecerán como por milagro, desde el
momento en que María os haya llamado. Entonces, ahí tendréis todos los
elementos y todas las cartas, antes de abandonar la persona que sois, y de
reencontraros con vosotros-mismos.
Eso se producirá, ya lo sabéis, durante un lapso
de tiempo inferior a una semana. Por supuesto, habrá algunas ayudas porque la
tierra vivirá entonces su expansión y su Ascensión. Por supuesto que muchas
cosas habrán cambiado. Para entonces os cruzaréis con múltiples formas de
conciencia, teniendo aun un cuerpo carbonado o habiéndoos despojado de él. No
olvidéis que, de regreso, después de experimentar el Juramento y la Promesa,
así como el Absoluto, estaréis entonces en otro estado, que ahora os es
difícilmente imaginable o concebible. Eso se producirá en el momento oportuno.
Os recuerdo que tenéis las señales que os fueron dadas hace varios años,
respecto al Cielo y la Tierra, y de otras dimensiones, por María y por los
Ancianos.
Pero todo esto, no es nada respeto a lo que vais
a vivir desde ahora en la carne. La aparición de la Luz en algunos puntos del
globo, de manera extensiva, va a ser cada vez más aparente, manifestándose en
el desarrollo de vuestra vida, por algunas modificaciones abruptas,
permitiéndoos de poneros en resonancia con los elementos arquetípicos de forma
más intensa y más verdadera. Todo eso se desarrolla en este momento mismo.
Todo esto no requiere de vosotros ningún
esfuerzo. Justamente, es más bien en vuestra desaparición y en el Abandono a lo
que Sois en Eternidad, a la inteligencia de la Luz, al Cristo, a nosotros, a
vosotros mismos, y a todos los hermanos y hermanas, que encontráis la solución.
Y esto precede en ese momento, por pequeños toques, a experiencias medidas en
función de lo que seáis aptos a soportar. Cualquiera que sea la intensidad, o
bien lo intolerable, o bien la bendición, de lo que vivís, en un sentido como
en otro, no habrá nunca nada que vaya más allá de vuestras posibilidades: pero
si hasta vuestros límites, incluso cuando se establezca la Transición, en el
momento de la Llamada o en el momento inmediato que le precede, como una
vivencia como ninguna otra igual.
La experiencia del Sí, será la realidad del Sí
vivido en permanencia. El Liberado Viviente se dará cuenta de lo que se vive
cuando desaparezca en toda conciencia, estando en este cuerpo, como ya es el
caso, de lo que veis por momentos a nivel de la trama etérica, es en realidad
un mundo completo y complejo en el que todo se rige por mecanismos muy
precisos.
Así es la inteligencia de la Luz, donde nada es
dejado al azar, incluso en el confinamiento, a fin de que un día, lo que sucede
ahora sea posible para todo sistema. Y ahí hay una verdad esencial. Hoy vivís
los estímulos y a veces heridas, que son necesarias a vivir, que os hacen más
aptos para vivir eso sin interferencias con lo que pueda quedar aun de persona.
Así que no os condenéis, ni condenéis a nadie, porque todo lo que pasa, si bien
los eventos puedan ser difíciles a vivir, respeto al medio que sea, solo están
ahí para ayudar y prepararos mejor, a este ajuste final para la Luz Blanca.
Estas son las pocas palabras que os quería decir
sobre el Tránsito. No olvidéis, que cuando sintáis que vuestro cuerpo comience
a entumecerse y a desaparecer, el momento en que la conciencia no tenga ninguna
señal, viniendo del cuerpo como de la mente, o de las emociones, de las
historias personales, o de alguna proyección, el momento en que desaparezca
todo mecanismo de visión o de percepción, es en ese espacio y experiencias que
se vive la aproximación más integral y completa de la Luz. No subestiméis la
Llamada de la Luz, no subestiméis lo que os envía como manifestación en
vosotros como en vuestro entorno, porque es exactamente lo que necesitáis,
aunque no comprendáis bien los contenidos y los resultados de momento. Pero eso
no tardará.
Mantened, no la fe, sino más bien la confianza
en la Inteligencia de la Luz, la confianza en la Inteligencia de la vida y en
la Inteligencia del Absoluto. Todo eso encarnado por el Cristo, en vuestro
tiempo, todo eso presente en vosotros por esta matriz Crística que destruye y
disuelve toda matriz confinante. No se trata ya solamente de líneas de
predación, sino de toda forma de predacion, sin excepción. Por supuesto, hoy os
es dado a ver las últimas predaciones ejercidas por vosotros, o sobre vosotros
en toda relación existente, sobre y en todo sistema sobre esta tierra.
Vuestro Reino no es de este mundo y sin embargo
estáis en este mundo. Tendréis la prueba formal, absoluta y total, si aún no es
el caso. Descubriréis que no hay nada a tener porque la vida os tiene,
descubriréis que no hay nada que abandonar porque ya estáis abandonadas y que,
en el Abandono, se encuentra lo que es vuestra Esencia, naturaleza, y
manifestación. Estas son las palabras que os tenía que dar.
Os propongo un momento más de comunión, en la
Luz Blanca y en la Unidad.
… Comunión …
Gracias a vuestras Presencias, al Espíritu del
Sol, al Cristo, a Uriel, a Metatrón, a Mikaël y a María, en este instante. Eso
será una bendición antes de dejar la palabra, si hay necesidad de
esclarecimientos, sobre el proceso que he descrito, y únicamente sobre eso.
Pero hagamos primero silencio. Entremos en lo
más hondo del corazón y dejemos a la Gracia del Cristo, a la Gracia de la Luz y
el Don de la Gracia tomar posesión de la Libertad que todos Somos, a fin de
devenir esa Libertad. ¡Vamos!
…Silencio…
La Unidad es el Don de la Gracia...
Amados del Uno, soy Gema Galgani, y soy
vosotros... En el nombre del Uno, por la Gracia del Cristo, os bendigo…
Hasta pronto.
http://mensajesfgyo.blogspot.com
28 de Abril del 2016