"Esforzaos en poner a punto una especie de muestra interior gracias a la cual podréis evaluar con certeza todo lo que se os presente: las condiciones, los objetos, los seres... Entonces podréis sentir si, comprometiéndoos con tal persona, aceptando tal proposición, lanzándoos a tal empresa, os acercaréis o bien os alejaréis de vuestro ideal espiritual. A eso podemos simplemente llamarlo discernimiento.
Esta facultad de discernimiento pertenece más al dominio de la sensación que al de la comprensión. Se trata de algo muy difícil de explicar y que podemos también llamar intuición. Desarrollaréis esta facultad a través de la observación, la reflexión, la meditación, la oración, y sobre todo la vigilancia: después de cada experiencia, es importante que os analicéis para saber dónde estáis. Aplicándoos poniendo a punto esta facultad, esta muestra... o este radar, os volveréis cada vez más capaces de tomar buenas decisiones, de elegir bien. "