"Es raro que se pueda acceder a un puesto importante en la sociedad sin haber dado pruebas de sus capacidades, y para eso existen los exámenes, los concursos. Si a pesar de las dificultades y del trabajo que hay que realizar, los candidatos aceptan hacer tantos esfuerzos, es porque saben las ventajas que obtendrán si se elevan en la jerarquía social: trabajarán menos y estarán mejor pagadas, y sobre todo tendrán más posibilidades de actuar para organizar las cosas, dominar las situaciones. ¿Pero quién tiene conciencia de que ahí existe una analogía con lo que sucede en la vida interior?
Los Iniciados, los verdaderos discípulos son conscientes de que en el plano espiritual existen otros jurados, otros observadores que les examinan, les pesan y les dan un diploma. Así pues, en vez de buscar entrar en competición con los humanos, es ahí donde concentran sus esfuerzos. Cuanto más se elevan, el Cielo les da más posibilidades, poderes más amplios... Y el día en que son por fin plenamente dueños de sí mismos, son capaces de gobernar incluso las fuerzas de la naturaleza."