"Observando a los insectos, podemos hacer unos descubrimientos muy interesantes que conciernen a nuestra vida psíquica. Un ejemplo: si dejamos restos de comida sobre una mesa, muy poco después, los insectos (moscas, hormigas, avispas, etc.) aparecen. ¿Cómo pueden descubrir, a distancia, la presencia de estos restos de comida? Pero si los quitamos, los insectos se van.
El mismo fenómeno se produce en el plano psíquico. Porque en el plano psíquico también existen toda clase de «bichos» que sienten de lejos las impurezas que los humanos dejan que se acumulen en ellos; son atraídos por estas impurezas y vienen a alimentarse. Por todas partes, en todos los dominios, todo es alimento para unos o para otros. Las entidades maléficas, tenebrosas, tienen necesidad de comer, y las entidades luminosas también. Así que, permaneced vigilantes, preguntaos a qué entidades van a servir de alimento vuestros pensamientos y vuestros sentimientos".