Pensamiento del jueves 4 de mayo de 2017.
"Nos encontramos con personas que, al mismo tiempo que dicen ser ateos, afirman que envidian a aquellos que tienen fe. Pero no van más lejos; hacen como si tener o no tener fe fuese algo que no dependiera en absoluto de ellas, como si la fe fuese un don que se recibe o no de la naturaleza. Y es ahí donde se equivocan: en realidad, la fe es una cristalización de un saber del pasado, se basa en la experiencia obtenida del mundo divino, una experiencia que ha dejado en cada ser huellas indelebles y que debe vivificar.
Debido a que ciertas personas perciben confusamente en ellas la presencia de semejantes huellas, se lamentan de que no tienen fe: sienten que les falta algo esencial. Pero si no hacen nada para reencontrarla, sufrirán esta carencia aún durante mucho tiempo, y cada vez más. La fe es el resultado de un trabajo. Entonces, no imaginemos que sin hacer nada podemos encontrar la fe sin más, de repente, bajo el efecto de una gracia divina imprevisible. Es imposible: incluso para tener fe y conservarla, hay que trabajar."
"Nos encontramos con personas que, al mismo tiempo que dicen ser ateos, afirman que envidian a aquellos que tienen fe. Pero no van más lejos; hacen como si tener o no tener fe fuese algo que no dependiera en absoluto de ellas, como si la fe fuese un don que se recibe o no de la naturaleza. Y es ahí donde se equivocan: en realidad, la fe es una cristalización de un saber del pasado, se basa en la experiencia obtenida del mundo divino, una experiencia que ha dejado en cada ser huellas indelebles y que debe vivificar.
Debido a que ciertas personas perciben confusamente en ellas la presencia de semejantes huellas, se lamentan de que no tienen fe: sienten que les falta algo esencial. Pero si no hacen nada para reencontrarla, sufrirán esta carencia aún durante mucho tiempo, y cada vez más. La fe es el resultado de un trabajo. Entonces, no imaginemos que sin hacer nada podemos encontrar la fe sin más, de repente, bajo el efecto de una gracia divina imprevisible. Es imposible: incluso para tener fe y conservarla, hay que trabajar."