Pensamiento del lunes 15 de mayo de 2017.
"La metamorfosis de la oruga en mariposa es un proceso cuyo equivalente podemos hallar en nuestra vida psíquica. Durante todo un período de su existencia (¡y este período puede durar siglos!) el ser humano es como la oruga que necesita comer hojas, es decir, satisfacer sus apetitos a expensas de los demás a los que ensucia y destroza. Pero un día se siente avergonzado de su conducta, y decide mejorar; entonces empieza a entrar en sí mismo, reza, medita, preparando una crisálida para proteger su trabajo interior. Hasta que un día, de esta crisálida sale una mariposa que se eleva en el aire.
Diréis: «Pero ¿cuál es esa crisálida que debemos preparar?» Es el aura. El discípulo que toma conciencia del poder del aura, que trabaja en su aura, deja de «comer» a los seres; como lo hace la mariposa que deja de comer hojas y vuela ligera de flor en flor para alimentarse de su néctar. La diferencia entre el hombre ordinario y el Iniciado puede resumirse en dos palabras: la forma de alimentarse."
"La metamorfosis de la oruga en mariposa es un proceso cuyo equivalente podemos hallar en nuestra vida psíquica. Durante todo un período de su existencia (¡y este período puede durar siglos!) el ser humano es como la oruga que necesita comer hojas, es decir, satisfacer sus apetitos a expensas de los demás a los que ensucia y destroza. Pero un día se siente avergonzado de su conducta, y decide mejorar; entonces empieza a entrar en sí mismo, reza, medita, preparando una crisálida para proteger su trabajo interior. Hasta que un día, de esta crisálida sale una mariposa que se eleva en el aire.
Diréis: «Pero ¿cuál es esa crisálida que debemos preparar?» Es el aura. El discípulo que toma conciencia del poder del aura, que trabaja en su aura, deja de «comer» a los seres; como lo hace la mariposa que deja de comer hojas y vuela ligera de flor en flor para alimentarse de su néctar. La diferencia entre el hombre ordinario y el Iniciado puede resumirse en dos palabras: la forma de alimentarse."