Pensamiento del Sábado 6 de mayo de 2017.
"No es tanto en el plano físico donde hay que tratar de arreglar las situaciones, porque el plano físico es el mundo de las consecuencias, y sobre las consecuencias tenemos poco poder. Para producir cambios duraderos, debemos elevarnos con el pensamiento hasta el mundo de las causas, porque sólo ahí tenemos todos los medios de alcanzar y de desencadenar fuerzas benéficas que, tarde o temprano, producirán resultados. Ahora bien, la mayoría de los humanos lo ignoran; se contentan con intervenir en el plano físico, y después se sorprenden de que las mejoras que han podido aportar no duren: se producen acontecimientos o llegan personas que, sin pedirles su opinión, organizan nuevamente las cosas a su manera. Nunca se sienten pues dueños de la situación.
Y esta ley es igualmente válida para el individuo mismo. Si queréis, por ejemplo, cambiar vuestros malos hábitos, no los ataquéis directamente. Esforzaos por elevaros con el pensamiento hasta el plano causal, porque es allí arriba, conectándoos con el mundo de la sabiduría, del amor y de la verdad, donde podréis desencadenar poderes que tendrán repercusiones en vuestro comportamiento."
"No es tanto en el plano físico donde hay que tratar de arreglar las situaciones, porque el plano físico es el mundo de las consecuencias, y sobre las consecuencias tenemos poco poder. Para producir cambios duraderos, debemos elevarnos con el pensamiento hasta el mundo de las causas, porque sólo ahí tenemos todos los medios de alcanzar y de desencadenar fuerzas benéficas que, tarde o temprano, producirán resultados. Ahora bien, la mayoría de los humanos lo ignoran; se contentan con intervenir en el plano físico, y después se sorprenden de que las mejoras que han podido aportar no duren: se producen acontecimientos o llegan personas que, sin pedirles su opinión, organizan nuevamente las cosas a su manera. Nunca se sienten pues dueños de la situación.
Y esta ley es igualmente válida para el individuo mismo. Si queréis, por ejemplo, cambiar vuestros malos hábitos, no los ataquéis directamente. Esforzaos por elevaros con el pensamiento hasta el plano causal, porque es allí arriba, conectándoos con el mundo de la sabiduría, del amor y de la verdad, donde podréis desencadenar poderes que tendrán repercusiones en vuestro comportamiento."