Pensamiento del miércoles 15 de junio de 2016.
"Es natural tener miedo. Pero este instinto tan necesario para la supervivencia de la especie humana, puede adoptar formas totalmente irracionales, tan irracionales que en vez de salvarles, ha ocasionado la pérdida de numerosos hombres y mujeres. Por ello, no hay que esperar a tener que afrontar grandes peligros para ejercitarse en vencer el miedo.
Cada día, tenéis ocasiones de encontraros bruscamente confrontados a hechos y situaciones que pueden inspiraros temor. Una persona, por ejemplo, amenaza con arrebataros algo que poseéis, con oponerse a uno de vuestros buenos proyectos... En lugar de atemorizaros y responder de forma agresiva, de salir dando un portazo, etc., callaos, permaneced tranquilos, porque si reaccionáis impulsivamente esto no hará más que agravar las cosas ¿Quién sabe si estas amenazas serán verdaderamente ejecutadas? Incluso aunque sean reales, lograréis enfrentaros mejor a ellas si sabéis mantener vuestra sangre fría. Tratad de recordar todas las ocasiones en las que, por miedo a lo que consideráis un peligro, reaccionasteis impulsivamente y después lo lamentasteis."
"Es natural tener miedo. Pero este instinto tan necesario para la supervivencia de la especie humana, puede adoptar formas totalmente irracionales, tan irracionales que en vez de salvarles, ha ocasionado la pérdida de numerosos hombres y mujeres. Por ello, no hay que esperar a tener que afrontar grandes peligros para ejercitarse en vencer el miedo.
Cada día, tenéis ocasiones de encontraros bruscamente confrontados a hechos y situaciones que pueden inspiraros temor. Una persona, por ejemplo, amenaza con arrebataros algo que poseéis, con oponerse a uno de vuestros buenos proyectos... En lugar de atemorizaros y responder de forma agresiva, de salir dando un portazo, etc., callaos, permaneced tranquilos, porque si reaccionáis impulsivamente esto no hará más que agravar las cosas ¿Quién sabe si estas amenazas serán verdaderamente ejecutadas? Incluso aunque sean reales, lograréis enfrentaros mejor a ellas si sabéis mantener vuestra sangre fría. Tratad de recordar todas las ocasiones en las que, por miedo a lo que consideráis un peligro, reaccionasteis impulsivamente y después lo lamentasteis."