Pensamiento del viernes 10 de junio de 2016.
"A veces os sentís vulnerables, todo lo malo que se produce a vuestro alrededor os afecta, os altera: los acontecimientos, el comportamiento de otros seres hacia vosotros, etc. Para evitar que el mal os alcance, debéis escapar de él elevándoos hasta las regiones donde no pueda alcanzaros. Diréis, «¿Pero estas regiones existen?» Sí, existen en vosotros mismos, igual que existen en el universo; si no os habéis dado cuenta todavía, es porque todavía no habéis adquirido la costumbre de observaros.
Entonces, a partir de ahora, observaos: comprobaréis que acontecimientos que en ciertas circunstancias os entristecieron y desanimaron, cuando se reprodujeron en circunstancias diferentes, ya no os afectaron. ¿Por qué? ¿Acaso habéis perdido toda sensibilidad? No, pero en ese momento, por ciertas razones, fuisteis proyectados hasta un nivel de conciencia en el que ya no podían afectaros. Ésta es la prueba de que hay regiones en el hombre donde el mal no puede influenciarle."
"A veces os sentís vulnerables, todo lo malo que se produce a vuestro alrededor os afecta, os altera: los acontecimientos, el comportamiento de otros seres hacia vosotros, etc. Para evitar que el mal os alcance, debéis escapar de él elevándoos hasta las regiones donde no pueda alcanzaros. Diréis, «¿Pero estas regiones existen?» Sí, existen en vosotros mismos, igual que existen en el universo; si no os habéis dado cuenta todavía, es porque todavía no habéis adquirido la costumbre de observaros.
Entonces, a partir de ahora, observaos: comprobaréis que acontecimientos que en ciertas circunstancias os entristecieron y desanimaron, cuando se reprodujeron en circunstancias diferentes, ya no os afectaron. ¿Por qué? ¿Acaso habéis perdido toda sensibilidad? No, pero en ese momento, por ciertas razones, fuisteis proyectados hasta un nivel de conciencia en el que ya no podían afectaros. Ésta es la prueba de que hay regiones en el hombre donde el mal no puede influenciarle."