La energía tiene muy diferentes formas de
manifestarse, pues todo es energía, estamos unidos e inmersos en una especie de
mar de energía que todo lo impregna. Realmente, no hay más que un simple y al
mismo tiempo complejo sistema atómico, donde un número infinito de partículas
vibran a distintas frecuencias, dando lugar a diferentes tipos de energía y sus
manifestaciones. Si tuviéramos unas gafas de visión subatómica, observaríamos
que todo lo que existe no es más que esto: átomos con su núcleo, sus neutrones
y electrones, sus protones y neutrinos, fotones, quarks, gluones, materia,
antimateria y demás, vibrando a distintas velocidades y con una determinada
longitud de onda. Es como una gran danza cósmica.
Somos energía, tan solo un conjunto de células,
moléculas, átomos y partículas elementales (ondas cuánticas). Todo es energía y
vibración. Existimos en un microcosmos dentro de un macrocosmos, que forma
parte de ese universo pentadimensional, donde el tiempo es un eterno presente.
Tan solo conocemos un 10% del Universo, el 90% restante es totalmente
desconocido.
Es frecuente oír hablar de energías “positivas”
o energías “negativas”. En textso anteriores, nos hemos referido a las energías
que circulan en el cuerpo humano, pero existe un complejo sistema energético en
nuestro mundo, generado por la intensa actividad mental de nuestros
pensamientos y emociones, así como por las diversas formas de manifestación de
la energía que se extiende por todo el planeta y su estructura energética, que
nos afecta aquí y ahora, de cuya aparición y calidad somos directamente
responsables. Es de estos subtipos de energías y entidades parásitas que tanto
nos afectan, de las que vamos a hablar.
Cómo
perdemos energía
Constantemente sufrimos pérdidas de energía.
Nuestra vida entera, no es más que un constante proceso de relación con el
medio ambiente que nos rodea y con otras personas. En este proceso, todo se
mueve en torno a una especie de comercio energético, mediante el cual obtenemos
y cedemos energía en forma de pensamientos y emociones, que influyen
notablemente en nuestra calidad de vida.
Dentro de los límites aceptables de este juego,
se establece un equilibrio de dar y recibir, pero sucede a menudo que nos
enfrentamos a situaciones que nos desgastan mucho y nos dejan realmente
agotados: desde el trato con personas, al mero hecho de estar muchas horas
sometidos a un ambiente energéticamente hostil, el estrés, los enfados, el
miedo, junto a las diversas agresiones energéticas a las que estamos expuestos,
tienen como resultado una importante pérdida de energía. Es interesante saber
al menos, que siempre que perdemos energía es porque nosotros mismos damos
permiso para que esto suceda.
De todas formas, si mantenemos un elevado nivel
de conexión con la energía, tenemos una estructura energética sana e íntegra,
llevamos una vida armoniosa, basada en una filosofía personal de vida
fundamentada en el amor, el respeto y los valores tradicionales, aunque
perdamos energía, al mismo tiempo la vamos reponiendo.
Perdemos
energía en la consulta terapéutica: el efecto Burnout.
En los centros de trabajo, especialmente en los
consultorios terapéuticos o en oficinas donde hay equipos de trabajo muy
integrados, sucede frecuentemente que los terapeutas padecen los mismos
síntomas que sus pacientes. Este fenómeno se conoce como el “síndrome de
burnout”.
Perdemos
energía en determinados lugares.
Existen lugares con una elevada carga de energía
negativa. Por ejemplo, los centros comerciales habituales, donde se acumula la
energía generada por los pensamientos y emociones de miles de personas
estresadas.
Perdemos nuestra energía a través del
sexo.
Las relaciones sexuales son una fuente ilimitada
de obtener energía o bien de perderla. Deberíamos aprender algunas nociones
básicas sobre la energía sexual y su uso, antes de mantener relaciones
indiscriminadas. Como norma general, se sabe que el hombre pierde la energía al
eyacular y la mujer, durante el período.
Perdemos
energía buscando Amor.
Esto suele ser tan frecuente como doloroso. Se
da en muchos matrimonios. Uno de los cónyuges sufre y se somete a toda clase de
humillaciones y malos tratos, perdiendo así su energía, solo para obtener un
poquito de Amor.
Perdemos
energía ante determinadas personas, cuya sola presencia nos debilita.
Muchas personas son expertas manipuladoras y
controladoras, siempre están diciendo a los demás lo que tienen que hacer y
cómo tienen que hacerlo. Esto lo hacen por ejemplo, usando el típico papel del
“pobre de mí”. Otro tipo de personas manipuladoras, se da en los falsos
maestros, personas que se envuelven de un aura de misterio, haciendo creer a
los demás, que tienen algún tipo de conexión divina o de “poder”, con lo que
son capaces de influir fuertemente en los demás, para manejarlos a su antojo,
satisfaciendo así su ego y obteniendo beneficios a cambio. Existen personas que
son auténticos esclavos, con la voluntad mermada cuya única misión, es servir y
cumplir las instrucciones dadas por la persona a la que sirve.
A este respecto, una de las cosas que debemos
aprender, es a relacionarnos con personas que nos aporten cosas buenas, y
alejarnos de las personas que no solo no nos aportan nada bueno, sino que
encima, se aprovechan de nosotros.
Perdemos
energía cuando tenemos miedo o nos sentimos inferiores a los demás.
La influencia de personas importantes en
nuestras vidas, como son los padres, un amigo o un familiar a quien no podemos
contradecir, hasta el punto de que controla nuestras vidas a su antojo, hace
que ante su presencia, nos sintamos débiles e indefensos. También cuando
tenemos miedo y nos sentimos inseguros.
Perdemos
energía a través de Internet.
La aparentemente inofensiva pantalla, la más
moderna y actual forma de comunicarnos, es también una de las más novedosas
maneras de perder nuestra energía. Al contactar mediante un chat con cualquier
persona, automáticamente se establecen esos lazos de comunicación energética
que unen, a través de los chakras, a ambos interlocutores. De ésta manera, se
intercambia información en forma de energía, que puede tener consecuencias
nefastas para el débil.
Perdemos
energía con el estrés y los excesos.
El exceso de actividad física, mental y
emocional, la vida desordenada, el no respetar las horas de descanso
necesarias, el trabajo excesivo, las discusiones constantes y factores
similares, generan altos niveles de estrés que tienen como consecuencia un gran
desgaste de la energía, que nos deja totalmente agotados y pueden provocar la
enfermedad.
Ley de
atracción y repulsión
Lo similar atrae a lo similar y rechaza a lo
opuesto. Esto es así de sencillo. La energía tiene diferentes niveles de
vibración y según este principio, la energía tiende a atraer a energía de su
mismo nivel vibracional.
Cuando sentimos mucha rabia en nuestro interior
y la proyectamos sobre alguien, normalmente esa persona reaccionará también
enfureciéndose y respondiendo a nuestra rabia de forma hostil. Como
consecuencia, la rabia de los dos se multiplica y los dos sufren mucho más. Sin
embargo, si le proyectamos nuestra rabia a una persona y ésta nos devuelve una
sonrisa, sin verse afectada por el ataque, nosotros posiblemente nos
enrabiaremos aún más, pero la persona seguirá tranquila y feliz.
Esto sucede porque generalmente, todos tenemos
sentimientos hostiles en nuestro interior y al recibir una descarga de energía
emocional o mental del mismo tipo, nuestros sentimientos reaccionan ante la
visita de una vibración similar, manifestándose y haciéndonos sentir de nuevo su
fuerza.
Al contrario, si recibimos una descarga de una
energía determinada que no se encuentra en nuestro interior, simplemente no la
admitimos ni la dejamos entrar a través de los chakras y el aura, así que no
nos puede afectar.
Si apostamos nuestra vida por el Amor y la
Armonía, generaremos un bonito y luminoso espacio y eso será lo que atraeremos
a nuestra vida. Pero para eso se requiere pasar un proceso de sanación y
crecimiento personal, un poquito de disciplina y seguir algunos principios como
los que nos enseñan las doctrinas budistas: Rectitud de Pensamiento. Rectitud
de Palabra. Rectitud de Acción.
Formas
mentales de la energía y entidades de pensamiento
Sabemos que todo es energía. Sabemos también que
nuestro cerebro es una máquina dotada de la capacidad de enviar y recibir
energía. Hemos visto como los pensamientos y las emociones proyectadas desde
nuestra mente, se manifiestan de forma sutil, pero pueden tener poderosas
consecuencias. Vivimos inmersos en un mar de energía, lleno de Formas Mentales
de Energía, Entidades de Pensamiento y diversas criaturas elementales que nos
afectan e influyen constantemente.
Una Forma Mental de Energía – FME, no es más que
una conjunción de pensamientos y emociones que flotan e impregnan el aura de su
creador y su entorno. La fuerza generada en nuestra mente como pensamientos y
emociones se puede enviar a través de nuestro sistema de chakras y aura hacia
cualquier lugar y persona, de tal manera que si generamos pensamientos
positivos, enviamos energía positiva y al revés.
El simple hecho de pensar y sentir, genera y
crea estas FME, cada persona está rodeada de una cantidad indeterminada de FME,
cuya calidad depende del tipo de vibración que esa persona genera. Si es una
persona amorosa y feliz, estará rodeada de FME que expandirán el amor y la
felicidad a su alrededor, haciendo que los lugares y las personas que se
acerquen a ella se sientan bien, felices y en armonía. Lo mismo sucederá pero
con otro tipo de energía, si esa persona está triste o es agresiva.
Contaminación
energética
Áreas
de contaminación energética.
Las Áreas de Contaminación Energética, afectan y alteran la estructura energética del lugar y de sus habitantes, afectando sus cuerpos sutiles, sobre todo el etérico, el mental, el emocional y el espiritual. Un Área está formada por la calidad de los pensamientos y emociones generados por la mente de las personas y otras entidades. Son una especie de FME sin un propósito específico, es como cuando vivimos cerca de una fábrica que expulsa sus desechos al aire, en nuestro barrio siempre huele mal.
Las Áreas de Contaminación Energética, afectan y alteran la estructura energética del lugar y de sus habitantes, afectando sus cuerpos sutiles, sobre todo el etérico, el mental, el emocional y el espiritual. Un Área está formada por la calidad de los pensamientos y emociones generados por la mente de las personas y otras entidades. Son una especie de FME sin un propósito específico, es como cuando vivimos cerca de una fábrica que expulsa sus desechos al aire, en nuestro barrio siempre huele mal.
Estos campos de contaminación energética, atraen
a su vez a muchas formas de energía elemental, parásitos y garrapatas de
energía, seres simples que habitan en el bajo astral y que incluso pueden
adoptar formas diversas, según los pensamientos que se encuentren flotando en
el lugar.
Contaminación
en la consulta, situada en el propio domicilio.
Muchos terapeutas, tienen la consulta en su
propio domicilio. Esto no es una buena idea, ya que los pacientes liberan toda
su energía residual en la consulta y en muchas ocasiones, se produce una
elevada concentración de negatividad que suele afectar a los habitantes de la
casa y a otros pacientes.
Sabiendo esto, es de crucial importancia
establecer dispositivos de limpieza regular en nuestros espacios vitales,
nuestro hogar, la consulta o en el trabajo. Con un poco de práctica y
constancia, iremos creando en nuestros espacios una hermosa Área de Influencia,
que expandirá la energía del Amor, la Armonía y la Sanación, de tal manera que
podamos sentirnos bien y las personas que vengan a nuestro hogar se sientan
igualmente bien.
Extracto de: spiritual-detox.blogspot.com
compartiendoluzconsol.wordpress.com
16 de Junio del 2016