Pensamiento del miércoles 28 de noviembre de 2018.
"Es importante diferenciar la verdadera sensibilidad de esa sensibilidad enfermiza que es más bien susceptibilidad o sensiblería. La verdadera sensibilidad, es una facultad espiritual que nos capacita para elevarnos muy arriba y para tener acceso a un mundo cada vez más sutil. La sensiblería, es una manifestación de la naturaleza inferior que, tomándose por el centro del mundo, siente siempre que no se le presta suficiente consideración: se siente frustrada, herida, y se vuelve agresiva. Una vez que hemos comprendido esta distinción, vemos el trabajo a hacer con la naturaleza inferior, con el fin de permitir a la verdadera sensibilidad manifestarse, enriquecerse.
La sensibilidad no es solo la facultad de conmoverse, de maravillarse ante los seres que amamos, la belleza de la naturaleza o las obras de arte. La verdadera sensibilidad nos abre las puertas de la inmensidad, de la luz, nos da la comprensión del orden divino de las cosas, nos permite vibrar al unísono con las regiones, las entidades y las corrientes del Cielo.""Es importante diferenciar la verdadera sensibilidad de esa sensibilidad enfermiza que es más bien susceptibilidad o sensiblería. La verdadera sensibilidad, es una facultad espiritual que nos capacita para elevarnos muy arriba y para tener acceso a un mundo cada vez más sutil. La sensiblería, es una manifestación de la naturaleza inferior que, tomándose por el centro del mundo, siente siempre que no se le presta suficiente consideración: se siente frustrada, herida, y se vuelve agresiva. Una vez que hemos comprendido esta distinción, vemos el trabajo a hacer con la naturaleza inferior, con el fin de permitir a la verdadera sensibilidad manifestarse, enriquecerse.
Fuente:
http://www.prosveta.com
28 de Noviembre 2018