Pensamiento del viernes 15 de julio de 2016.
"Alguien deja caer los cristales de un vaso roto sobre un camino, y como es descuidado, no los recoge. Piensa que otros los recogerán, no le importa si se hieren, y prosigue su camino. Pero lo que no sabe es que el destino humano no es una línea recta: su trayectoria es circular.
Este ejemplo del vaso roto es una imagen para explicar que aquél que siembra peligros, deberá un día sufrir las consecuencias. ¿Cava agujeros y tiende trampas a lo largo del camino? La ley le llevará a pasar otra vez por el mismo sitio exactamente y a caer en estos agujeros o en estas trampas. Entonces tendrá tiempo para meditar sobre sus adversidades, de quejarse de que existe gente malvada y estúpida, y ¡tratará de averiguar quiénes son! Evidentemente, se habrá olvidado de que fue él mismo. Aquél que vive diciendo sin cesar: «¡Después de mi el diluvio!» está creando todas las dificultades que entorpecerán un día u otro su existencia."
"Alguien deja caer los cristales de un vaso roto sobre un camino, y como es descuidado, no los recoge. Piensa que otros los recogerán, no le importa si se hieren, y prosigue su camino. Pero lo que no sabe es que el destino humano no es una línea recta: su trayectoria es circular.
Este ejemplo del vaso roto es una imagen para explicar que aquél que siembra peligros, deberá un día sufrir las consecuencias. ¿Cava agujeros y tiende trampas a lo largo del camino? La ley le llevará a pasar otra vez por el mismo sitio exactamente y a caer en estos agujeros o en estas trampas. Entonces tendrá tiempo para meditar sobre sus adversidades, de quejarse de que existe gente malvada y estúpida, y ¡tratará de averiguar quiénes son! Evidentemente, se habrá olvidado de que fue él mismo. Aquél que vive diciendo sin cesar: «¡Después de mi el diluvio!» está creando todas las dificultades que entorpecerán un día u otro su existencia."