"No tenemos ninguna certeza histórica sobre las circunstancias del nacimiento de Jesús. Pero si la tradición le ha hecho nacer en una cueva o en un establo, sobre paja y no en una morada digna de su misión, un palacio, un templo, es porque el relato de este nacimiento es simbólico. No os sorprendáis si os digo que esa cueva en la que debe nacer el hijo divino, se encuentra también en vuestro cuerpo: corresponde a un centro espiritual situado aproximadamente a 4 cm encima del ombligo. Ese centro, que los japoneses llaman Hara –palabra que significa «vientre»- tiene un papel importante que jugar en la vida espiritual. Es él, la cueva en la que debe nacer el Cristo.
¿Pensáis acaso que el Cristo solo puede nacer en nuestra cabeza? ¿Pero habéis visto alguna vez un niño nacer del cerebro de su madre?… El vientre, las entrañas no son generalmente considerados como partes nobles del cuerpo, pero he aquí que el Creador ha elegido justamente ese lugar para que la humanidad se perpetúe. Y es ahí también donde nosotros debemos hacer nacer nuestra nueva conciencia: el Niño-Cristo."
Fuente:
http://www.prosveta.com
25 diciembre 2019