Pensamiento del lunes 9 de diciembre de 2019.
"Ante la belleza y profundidad de ciertas obras de arte y de ciertas obras filosóficas, iniciáticas y místicas, nos damos buena cuenta de que sus autores han contemplado muy lejos, muy alto, una realidad que escapa a la conciencia ordinaria. Para tener acceso a esta realidad, han debido atravesar no solo las capas opacas de la materia física, sino también las capas brumosas de la materia psíquica. Hasta entonces, lo que creían que era la realidad no era más que una apariencia, un reflejo deformado, o mejor, un velo que les impedía verla.
Conseguir levantar un velo es el objetivo de la Iniciación. Es el origen de la expresión «levantar el velo de Isis» transmitido por la tradición. En esta gran figura femenina de la religión egipcia, Isis, los Iniciados vieron un símbolo de la Naturaleza primordial de la cual han surgido todos los seres, todos los elementos de la creación y, han hecho de ella, su principal objeto de estudio. Puesto que desean conocerla, se aplican en buscar y comprender todas las existencias que engendra y, a través de las cuales se manifiesta, hasta descubrir la realidad última.""Ante la belleza y profundidad de ciertas obras de arte y de ciertas obras filosóficas, iniciáticas y místicas, nos damos buena cuenta de que sus autores han contemplado muy lejos, muy alto, una realidad que escapa a la conciencia ordinaria. Para tener acceso a esta realidad, han debido atravesar no solo las capas opacas de la materia física, sino también las capas brumosas de la materia psíquica. Hasta entonces, lo que creían que era la realidad no era más que una apariencia, un reflejo deformado, o mejor, un velo que les impedía verla.
Fuente:
http://www.prosveta.com
09 diciembre 2019