Pensamiento del martes 3 de diciembre de 2019.
"Puesto que el universo fue creado por Dios, toda la naturaleza es la expresión de la armonía de la perfección divina. Esta armonía, esta perfección, no están en ningún lugar mejor representadas que en el cuerpo humano. Por todas partes vemos esa belleza repartida: los océanos, por ejemplo, representan una parte del cuerpo cósmico, los ríos otra, las montañas, los bosques, el cielo, también otras. Solo el cuerpo del hombre y de la mujer pueden expresar la plenitud.
"Puesto que el universo fue creado por Dios, toda la naturaleza es la expresión de la armonía de la perfección divina. Esta armonía, esta perfección, no están en ningún lugar mejor representadas que en el cuerpo humano. Por todas partes vemos esa belleza repartida: los océanos, por ejemplo, representan una parte del cuerpo cósmico, los ríos otra, las montañas, los bosques, el cielo, también otras. Solo el cuerpo del hombre y de la mujer pueden expresar la plenitud.
En el hombre y en la mujer Dios ha resumido toda la creación. Es por ello que cuando un cuerpo humano, por sus proporciones, pero sobre todo por sus emanaciones, se aproxima a ese ideal de belleza, un Iniciado lo contempla con deleite. Se dice: «He aquí una criatura que es una imagen perfecta de las virtudes divinas». Pero no se detiene en esa criatura: contemplándola, busca encontrar el esplendor del Creador."
Fuente:
http://www.prosveta.com
03 diciembre 2019