"Puesto que el ser humano representa un microcosmos, reflejo del macrocosmos, todas las constelaciones existen igualmente en él. No solo cada una de ellas está en relación con una parte de su cuerpo físico, sino que se encuentran en él bajo la forma de tendencias, de rasgos de carácter. Y lo mismo que a lo largo de un año el sol recorre el zodiaco, nosotros podemos, por nuestro espíritu que es nuestro sol, recorrer también las doce constelaciones con el fin de beneficiarnos de sus buenas influencias.
Esas doce constelaciones son pues Aries: la energía, la audacia; Tauro: la tenacidad, la paciencia; Géminis: las capacidades intelectuales; Cáncer: la sensibilidad, la intuición del mundo invisible; Leo: la generosidad, la nobleza; Virgo: la pureza, el gusto por el orden; Libra: el equilibrio, la armonía; Escorpión: la sublimación de energías; Sagitario: el impulso hacia el mundo espiritual; Capricornio: el dominio de sí mismo, la autoridad; Acuario: la universalidad, la fraternidad; Piscis: el sacrificio.
Fuente:
http://www.prosveta.com
31 diciembre 2019