Pensamiento del jueves 12 de diciembre de 2019.
"¿Por qué las invocaciones a Dios o a los dioses tienen un lugar tan relevante en todas las religiones? Porque el medio más poderoso para entrar en relación con una entidad, es pronunciar su nombre; gracias a las vibraciones de ese nombre, nos elevamos hasta ella. Por poner un ejemplo de la vida cotidiana, podemos decir que pronunciar un nombre, es como marcar un número de teléfono: obtenemos la comunicación con la persona a la que hemos llamado. Incluso si no sabemos qué forma y qué rasgos dar a la entidad que invocamos, no tiene importancia: basta saber su nombre. Si lo pronunciamos con un corazón puro y la conciencia de lo que representa en el mundo divino, ese nombre se convierte en una verdadera fuerza mágica.
"¿Por qué las invocaciones a Dios o a los dioses tienen un lugar tan relevante en todas las religiones? Porque el medio más poderoso para entrar en relación con una entidad, es pronunciar su nombre; gracias a las vibraciones de ese nombre, nos elevamos hasta ella. Por poner un ejemplo de la vida cotidiana, podemos decir que pronunciar un nombre, es como marcar un número de teléfono: obtenemos la comunicación con la persona a la que hemos llamado. Incluso si no sabemos qué forma y qué rasgos dar a la entidad que invocamos, no tiene importancia: basta saber su nombre. Si lo pronunciamos con un corazón puro y la conciencia de lo que representa en el mundo divino, ese nombre se convierte en una verdadera fuerza mágica.
Un nombre expresa la entidad que lleva. Aquél que medita sobre el nombre de Dios y le invoca impregnándose de la santidad de la luz, se llena de sus emanaciones y santifica las criaturas y todos los objetos a los que se acerca."
Fuente:
http://www.prosveta.com
12 diciembre 2019