Pensamiento del domingo 1 de diciembre de 2019.
"No existe para los pecadores un lugar de castigos eternos y, eso que los cristianos denominan el Infierno, es una invención. Solo existe el purgatorio que es, como su nombre indica, la región en que, durante un tiempo más o menos largo, el hombre va a «purgarse» de sus faltas, es decir lavarse, purificarse; y esa purificación va acompañada evidentemente de sufrimientos.
"No existe para los pecadores un lugar de castigos eternos y, eso que los cristianos denominan el Infierno, es una invención. Solo existe el purgatorio que es, como su nombre indica, la región en que, durante un tiempo más o menos largo, el hombre va a «purgarse» de sus faltas, es decir lavarse, purificarse; y esa purificación va acompañada evidentemente de sufrimientos.
Pero la evolución del ser humano no se detiene en el momento en que ha expiado sus faltas. La verdadera evolución del hombre se hace en la tierra. Puesto que es en la tierra donde ha actuado mal, deberá volver a ella para reparar el mal que ha cometido. Porque no basta con lamentarlo y sufrir, el sufrimiento no es una reparación para las faltas cometidas. Deberá volver a la tierra para repararlas. No hay otras explicaciones para la reencarnación. Si el hombre ya hubiese expiado sus faltas en el más allá, ¿por qué debería bajar de nuevo a la tierra? La ley obliga a reparar sus errores en todas las regiones del universo donde esos errores han producido desórdenes y destrucciones."
Fuente:
http://www.prosveta.com
01 diciembre 2019