Pensamiento del Sábado 19 de noviembre de 2016.
"Alguien hace o dice algo que os irrita, y vais contando por todas partes que os sentís furioso, por ello. Tratan de calmaros diciéndoos que no es tan grave, que sería mejor que os olvidarais de eso y pensarais en otra cosa. Pero no, continuáis agitados y gritando contra «este idiota, este bruto que va a saber lo que es bueno». Y durante este tiempo, el idiota, el embrutecido se está tranquilamente en su casa, al abrigo de vuestros gritos y de vuestra agitación. Entonces, ¿quién sufre por vuestra cólera? En primer lugar vuestro entorno, vuestros padres, vuestros amigos que no se merecen ver su existencia alterada de ese modo.
Pero quien más sufre, en realidad, sois vosotros. Sí, porque antes de alcanzar a los demás, vosotros sois quienes primero os veis afectados por las corrientes de vuestra vida psíquica. Aquél que decide vivir en la armonía es el primero en aprovecharse de ella, y aquél que se deja llevar por la cólera, por el deseo de venganza, se destruye primero a sí mismo. Quizás termine destruyendo también a los demás, pero es a sí mismo a quien hará más daño. Y si no tiene cuidado, este desorden que ha instalado en sí mismo, le seguirá hasta su próxima encarnación."
"Alguien hace o dice algo que os irrita, y vais contando por todas partes que os sentís furioso, por ello. Tratan de calmaros diciéndoos que no es tan grave, que sería mejor que os olvidarais de eso y pensarais en otra cosa. Pero no, continuáis agitados y gritando contra «este idiota, este bruto que va a saber lo que es bueno». Y durante este tiempo, el idiota, el embrutecido se está tranquilamente en su casa, al abrigo de vuestros gritos y de vuestra agitación. Entonces, ¿quién sufre por vuestra cólera? En primer lugar vuestro entorno, vuestros padres, vuestros amigos que no se merecen ver su existencia alterada de ese modo.
Pero quien más sufre, en realidad, sois vosotros. Sí, porque antes de alcanzar a los demás, vosotros sois quienes primero os veis afectados por las corrientes de vuestra vida psíquica. Aquél que decide vivir en la armonía es el primero en aprovecharse de ella, y aquél que se deja llevar por la cólera, por el deseo de venganza, se destruye primero a sí mismo. Quizás termine destruyendo también a los demás, pero es a sí mismo a quien hará más daño. Y si no tiene cuidado, este desorden que ha instalado en sí mismo, le seguirá hasta su próxima encarnación."