Pensamiento del jueves 24 de noviembre de 2016.
"Aquél que no sabe dominar su cólera, ignora que ésta es una fuerza que viene de mucho más lejos y que trata de introducirse en él. Incluso cree, al menos por un momento, que esta corriente poderosa le transmite algo de su poder. Pero es una ilusión, porque lo que es poderoso, es la corriente y no la persona por la que pasa. Por eso, después de su paso, el pobre desgraciado se siente tan débil que todo tiembla en él: las mandíbulas, las piernas, las manos.
El discípulo de una Escuela iniciática ha comprendido que dominando las corrientes de energía que irrumpen en él y tratando de transformarlas, adquiere el verdadero poder. Y lo mismo sucede con la energía sexual: uno se refuerza considerablemente dominándola. He aquí por qué los Iniciados, que han aprendido a dominar el instinto de agresividad así como el instinto sexual, poseen tantas energías para pensar, para hablar, con el fin de iluminar y ayudar a los seres."
"Aquél que no sabe dominar su cólera, ignora que ésta es una fuerza que viene de mucho más lejos y que trata de introducirse en él. Incluso cree, al menos por un momento, que esta corriente poderosa le transmite algo de su poder. Pero es una ilusión, porque lo que es poderoso, es la corriente y no la persona por la que pasa. Por eso, después de su paso, el pobre desgraciado se siente tan débil que todo tiembla en él: las mandíbulas, las piernas, las manos.
El discípulo de una Escuela iniciática ha comprendido que dominando las corrientes de energía que irrumpen en él y tratando de transformarlas, adquiere el verdadero poder. Y lo mismo sucede con la energía sexual: uno se refuerza considerablemente dominándola. He aquí por qué los Iniciados, que han aprendido a dominar el instinto de agresividad así como el instinto sexual, poseen tantas energías para pensar, para hablar, con el fin de iluminar y ayudar a los seres."