Pensamiento del domingo 20 de noviembre de 2016.
"¡Cuántas personas llevan encima un talismán (medalla, cruz, símbolo) con la convicción de que serán sostenidos, protegidos por él! Pues no, no basta con poseer un talismán, por poderoso que sea, para asegurarse la ayuda y la protección de las entidades del mundo invisible.
No podéis contar con el poder de un talismán si no es con la condición de trabajar psíquica y físicamente en armonía con lo que representa, con lo que contiene como poderes y virtudes. Es como una criatura que necesita ser alimentada por un alimento que le corresponde, y este alimento son vuestras emanaciones. Si está impregnado de pureza, debéis llevar una vida pura; si está impregnado de luz, debéis mantener la luz en vosotros; si está impregnado de fuerza, debéis trabajar para vencer vuestras debilidades, etc. Ni las cruces, ni las medallas, ni los símbolos, incluso si han sido bendecidos, os protegerán mientras no los llevéis también interiormente bajo forma de cualidades y de virtudes divinas."
"¡Cuántas personas llevan encima un talismán (medalla, cruz, símbolo) con la convicción de que serán sostenidos, protegidos por él! Pues no, no basta con poseer un talismán, por poderoso que sea, para asegurarse la ayuda y la protección de las entidades del mundo invisible.
No podéis contar con el poder de un talismán si no es con la condición de trabajar psíquica y físicamente en armonía con lo que representa, con lo que contiene como poderes y virtudes. Es como una criatura que necesita ser alimentada por un alimento que le corresponde, y este alimento son vuestras emanaciones. Si está impregnado de pureza, debéis llevar una vida pura; si está impregnado de luz, debéis mantener la luz en vosotros; si está impregnado de fuerza, debéis trabajar para vencer vuestras debilidades, etc. Ni las cruces, ni las medallas, ni los símbolos, incluso si han sido bendecidos, os protegerán mientras no los llevéis también interiormente bajo forma de cualidades y de virtudes divinas."