Pensamiento del martes 22 de noviembre de 2016.
"En la vida, son numerosas las ocasiones en las que podéis sentiros despreciados, maltratados o rechazados. Ciertamente es doloroso, pero ¿por qué deteneros ahí lamentándoos durante horas enteras? Dejad de apesadumbraros y comenzad a reflexionar un poco. Decid: « Algunos me han maltratado, pero muchos otros me aman y me aprecian… Tengo una familia, amigos…» Y admitiendo incluso que no tengáis ni familia ni amigos, decíos que el Señor os ama, que los ángeles os aman. Así, pensando en las entidades celestiales, en el Señor que ha creado tantas cosas buenas y bellas de las que os beneficiáis en cada momento de la existencia, acabaréis por olvidar el mal que os han hecho. Hasta el día en que ya no lo sentiréis más.
Cada palabra, cada actitud ofensiva de los demás hacia vosotros debe ser una ocasión para ejercitaros. No podéis impedir que digan o hagan cosas desagradables, pero procurad que esto no os afecte."
"En la vida, son numerosas las ocasiones en las que podéis sentiros despreciados, maltratados o rechazados. Ciertamente es doloroso, pero ¿por qué deteneros ahí lamentándoos durante horas enteras? Dejad de apesadumbraros y comenzad a reflexionar un poco. Decid: « Algunos me han maltratado, pero muchos otros me aman y me aprecian… Tengo una familia, amigos…» Y admitiendo incluso que no tengáis ni familia ni amigos, decíos que el Señor os ama, que los ángeles os aman. Así, pensando en las entidades celestiales, en el Señor que ha creado tantas cosas buenas y bellas de las que os beneficiáis en cada momento de la existencia, acabaréis por olvidar el mal que os han hecho. Hasta el día en que ya no lo sentiréis más.
Cada palabra, cada actitud ofensiva de los demás hacia vosotros debe ser una ocasión para ejercitaros. No podéis impedir que digan o hagan cosas desagradables, pero procurad que esto no os afecte."