Pensamiento del Sábado 1 de Octubre de 2016.
"Estamos unidos a los seres que están por encima de nosotros: los ángeles, los arcángeles… hasta el mismo Dios. Pero también estamos unidos a los que están por debajo de nosotros: los animales, las plantas, las piedras.
Comprenderéis mejor en qué consiste esta unión si miráis cómo circulan las dos corrientes ascendente y descendente en el tronco de un árbol: la corriente ascendente transporta la savia bruta hasta las hojas en donde se trasforma en savia elaborada, mientras que la corriente descendente transporta la savia elaborada que alimenta el árbol de sustancias orgánicas. En el Árbol cósmico, el hombre se encuentra en medio de esas dos corrientes, y debe aprender a trabajar conscientemente con ellas. Cuando consigue atraer la sabiduría, la luz y el amor del Cielo, los transmite a los seres situados por debajo de él y unidos a él, hasta los minerales. Después, gracias a otra corriente de circulación, y todavía a través de él, estas fuerzas suben desde el mundo mineral hasta los reinos superiores de la creación. Aquél que se une conscientemente a esta cadena viviente de los seres, está habitado por la alegría, la luz y la paz."
"Estamos unidos a los seres que están por encima de nosotros: los ángeles, los arcángeles… hasta el mismo Dios. Pero también estamos unidos a los que están por debajo de nosotros: los animales, las plantas, las piedras.
Comprenderéis mejor en qué consiste esta unión si miráis cómo circulan las dos corrientes ascendente y descendente en el tronco de un árbol: la corriente ascendente transporta la savia bruta hasta las hojas en donde se trasforma en savia elaborada, mientras que la corriente descendente transporta la savia elaborada que alimenta el árbol de sustancias orgánicas. En el Árbol cósmico, el hombre se encuentra en medio de esas dos corrientes, y debe aprender a trabajar conscientemente con ellas. Cuando consigue atraer la sabiduría, la luz y el amor del Cielo, los transmite a los seres situados por debajo de él y unidos a él, hasta los minerales. Después, gracias a otra corriente de circulación, y todavía a través de él, estas fuerzas suben desde el mundo mineral hasta los reinos superiores de la creación. Aquél que se une conscientemente a esta cadena viviente de los seres, está habitado por la alegría, la luz y la paz."