Aviones y barcos desaparecidos, anomalías
electromagnéticas y otros fenómenos insólitos ocurren en ciertos lugares de
nuestro planeta conocidos como los doce triángulos de la muerte. Aquí
trataremos de recoger la última y más seria explicación científica sobre estos
auténticos agujeros negros en la superficie de la Tierra.
Vamos hacia un gran sol!”. Éste fue el último
mensaje enviado por el radiotelegrafista del avión antisubmarino Grumman,
desaparecido el primero de julio de 1969. Cuando, trascurrido el plazo fijado
para el regreso, el aparato no volvió a su base ni contestó a las llamadas que
desde ésta se le hacían, se organizó una gran operación de búsqueda con medios
aeronavales, que rastrearon una amplia zona del mar, únicamente se logró hallar
restos dispersos del aparato desaparecido, entre ellos dos asientos.
Poco tiempo antes, el 15 de mayo del mismo año,
otro avión gemelo Grumman cayó en la misma zona. En ambos casos, entre muertos
y desaparecidos, hubo catorce víctimas en total. La encuesta hecha por las
autoridades declaró “inexplicable” el siniestro.
Pero de 1952 a 1970, cinco modernos submarinos
habían desaparecido también de manera inexplicable, en la misma región marina.
Pero no nos estamos refiriendo al famoso Triángulo de las Bermudas.
El “triángulo” a que nos estamos refiriendo se
encuentra en el Mediterráneo occidental: sus vértices son el monte Canigó, en
los Pirineos franceses (donde entre 1945 y 1969 se produjeron once catástrofes
aéreas, con más de doscientas víctimas humanas), la localidad africana de
Tinduf, cerca de la frontera conjunta de Mauritania, Marruecos y Argelia, y las
Islas Canarias. En toda esta amplia zona son también muy frecuentes las
observaciones de ovnis (especialmente en las Canarias y el sur de España). No
sólo en tierra, sino en el mar y “bajo las aguas” del mar.
Fuerzas
Misteriosas:
El avión Grumman que emitió el extraño mensaje era
un avión militar español, cuyo comandante, el capitán Antonio González de
Boado, curiosamente uno de los pocos militares españoles del Arma Aérea que se
tomaba en serio la cuestión de los ovnis. El capitán Boado había publicado
interesantes artículos sobre el tema en la Revista de Aeronáutica y
Astronáutica del Ministerio del Aire, y había dado muchas conferencias sobre
Ufología a sus compañeros de promoción, que le querían y le respetaban.
¿Actúan entonces en esta zona las mismas fuerzas
misteriosas y maléficas que parecen actuar en el Triángulo por antonomasia, el
de las Bermudas?. Este triángulo y once más fueron ya señalados por el
malogrado investigador y biólogo Iván Sanderson y sus colaboradores de SITU
(Society for the Investigation of the Unexplained), de Nueva Jersey.
Este grupo estaba formado por científicos
especializados en distintas disciplinas: geólogos, meteorólogos, físicos,
astrónomos, etc. Según ellos, existen en el planeta doce zonas de grandes
perturbaciones geomagnéticas. Dos de ellas son los Polos y las restantes son
todas marítimas. Se encuentran repartidas muy regularmente: cinco de ellas
alrededor del paralelo 30 grados de latitud norte, y otras cinco en el paralelo
30 grados sur. Están separadas por distancias de 72 grados en cuanto a
longitud.
Varios hechos sorprendentes se hallan asociados
con estas zonas (que, más que triangulares, son romboidales; configuran un
rombo inclinado unos 45 grados sobre el Ecuador). Todas ellas son zonas
“calientes”, donde los avistamientos de ovnis son frecuentes; en todas ellas se
registran extraños fenómenos de distorsión del espacio-tiempo; en todas ellas
la brújula se desvía unos cinco grados del Norte magnético; casi todas ellas se
hallan cruzadas por la famosa línea BAVIC, descubierta por Aimé Michel y,
aunque se ha exagerado mucho, en todas ellas se registran hechos inexplicables
y misteriosas desapariciones de barcos y aviones.
¿Pero por qué se menciona únicamente una de estas
zonas, el Triángulo de las Bermudas? Es muy sencillo: esta zona, por su
ubicación geográfica, es la que registra un mayor tráfico marítimo y aéreo.
Sólo es comparable a ella el “Triángulo del Diablo”, en el mar del Japón, que
también se ha ganado una cierta fama de lugar maldito. Los restantes
“triángulos” caen en zonas marítimas de escaso o nulo tráfico marítimo o aéreo
(ya hemos dicho que dos de ellas corresponden a los Polos), y esto explica que
raramente se las mencione.
¿Por qué los
triángulos?.
¿Cómo se explica la distribución tan regular que
tienen los triángulos (o habría que llamarlos “rombos”) sobre la superficie del
planeta? Se han barajado varias hipótesis para explicarlos. Barry Goodman, en
el excelente estudio que ha consagrado al tema, señala que estos doce puntos
sobre el globo terráqueo, y las líneas que los unen, definen un objeto sólido
con quince lados triangulares. Este objeto sería parecido a un cristal o a una
piedra preciosa perfectamente tallada. Para explicar esta extraña disposición
podemos plantearnos tres posibilidades:
Un fenómeno natural de rara simetría, cuyo ejemplo
más claro lo encontramos en los cristales.Establecimiento deliberado de una
configuración simétrica por parte de seres inteligentes, con fines que se nos
escapan (los misteriosos círculos que aparecen en campos de cereales ingleses
podrían ser algo parecido).una combinación de a y b, o sea el establecimiento
de una configuración simétrica por seres inteligentes, aprovechando un fenómeno
natural preexistente de naturaleza simétrica.
Barry Godman estuvo bastante cerca de la verdad
-como veremos más adelante- al formular esta teoría. El único fenómeno natural
preexistente digno de tenerse en cuenta tiene que estar forzosamente
relacionado con el geomagnetismo, del que no lo sabemos todo ni mucho menos.
Una cosa que sí sabemos, por ejemplo, es que los polos no han ocupado siempre
su posición actual, sino que se han desplazado sobre la superficie de la Tierra
en el transcurso de las edades geológicas. Las partículas magnetizadas de
mineral de hierro que se encuentran en algunas rocas muy antiguas apuntan hacia
otro Polo Norte magnético distinto del actual.
Pero sería muy sorprendente que los antiguos polos
magnéticos hubiesen coincidido con tanta precisión con los puntos regularmente
espaciados de los “triángulos” actuales. Eso significaría que el eje del planeta
ha ido cambiando sucesivamente de inclinación un número “exacto” de grados y
minutos, como un mecanismo de relojería gigantesco, lo que nos lleva casi a
desechar esta explicación.
Inversión de
los polos:
Sin embargo, hay una ciencia novísima que nos
puede enseñar algunas cosas. Esta ciencia es el Paleomagnetismo. Hay dos hechos
sorprendentes, comprobados por esta joven ciencia:
1.° los continentes han derivado millares de
kilómetros en la superficie del globo; y,
2.° el campo magnético terrestre se ha invertido
periódicamente, pasando el polo Norte a ser el polo Sur y viceversa… La primera
constatación reivindica definitivamente la teoría de la “deriva de los
continentes”, establecida en 1910 por el alemán Alfred Wegener. Pero el
Paleomagnetismo no nos explica la existencia espaciada de los triángulos.
No obstante, nos dice algo inquietante de veras:
la Tierra se encuentra en el umbral de un cambio de polaridad. Es decir, que de
un magnetismo normal pasaremos a un magnetismo invertido. ¿Cómo afectará este
hecho en la vida de los seres que pueblan el globo? Misterio. No subsiste
ningún testimonio vivo de un cambio de polaridad para contárnoslo… Quizás estos
cambios de polaridad podrían explicar las épocas glaciales, la extinción de los
grandes saurios e incluso la aparición del hombre.
Una
Tripulación Desvanecida.
El 5 de diciembre de 1945 el vuelo 19, una
escuadrilla de cinco aviones torpederos Avenger, provistos de un equipo de
navegación muy sofisticado, levantaron vuelo desde la base aeronaval de Fort
Lauderdale, en Florida, en una misión de rutina y se perdieron en unas pocas
horas, sin que ninguna explicación racional fuera descubierta por la comisión
investigadora de la Marina ni por varias revelaciones posteriores.
Desapariciones
Inexplicables.
Si bien el vuelo 19 sigue siendo el caso más
famoso, no es un caso aislado, ya que la lista de víctimas del Triángulo de las
Bermudas es larga. Por lo demás, es esta frecuencia anormalmente alta de
desapariciones en comparación con las de otras zonas marítimas, junto a otras
razones, lo que dio origen a la fama de este lugar. Así, entre 1945 y 1975, 37
aviones, más de 50 barcos e incluso un submarino atómico, con toda su
tripulación, se evaporaron sin causa aparente y sin que se haya encontrado
ningún cuerpo ni resto alguno.
Notorio es el caso de Cyclop, un carbonero de la
Marina norteamericana con 308 hombres a bordo, entre los cuales estaba el
cónsul general Alfredo Gottschalk, que desapareció misteriosamente en 1918. 30
años más tarde un avión de transporte DC3 sufrió la misma suerte mientras se
encontraba a unas 50 millas de Miami. El último mensaje del capitán informaba a
la torre de control que todo estaba bien y que esperaba las instrucciones para
aterrizar.
Como hecho curioso cabe señalar que, con excepción
del vuelo 19, las víctimas no envían jamás la menor señal pidiendo auxilio sino
a menudo incluso un poco antes del drama que su travesía se desenvuelve en
forma completamente normal.
Extraños
fenómenos luminosos:
Muchos testimonios se refieren a sucesos poco
habituales, como la para total de los equipos de a bordo, fenómenos visuales
incomprensibles u observaciones de curiosas luces submarinas. Así, el
remolcador de salvamento Good News, que cubría la ruta entre Puerto Rico y Fort
Lauderdale en 1966 se vio repentinamente rodeado por una neblina muy espesa y
sacudido por un mar encrespado. El compás y los instrumentos eléctricos se
descompusieron enseguida, pero cuando el navío salió de esa bruma misteriosa,
el mar estaba calmo y los instrumentos funcionaban de nuevo normalmente.
El mismo tipo de contratiempo le sucedió en 1972
al piloto Chuck Wakely cuando volaba entre Bimini y Miami. Creyó ver que la
alas de su avión se volvían translúcidas y en pocos minutos la cabina de
pilotaje era inundada por una extraña luz, mientras el aparato cambiaba de
dirección sin que él pudiera evitarlo. Finalmente la luz se desvaneció y los
instrumentos volvieron en seguida a operar en forma normal.
Por fin en 1975, cuando la lancha costera
Diligence iba en auxilio de un carguero en llamas, su radio se apagó
bruscamente sin razón alguna. La tripulación vio unas misteriosas luces verdes
que caían del cielo. La investigación posterior no pudo, tampoco en ese caso,
entregar ninguna explicación racional de esta falla y de estos extraños
fenómenos.
Diversas
hipótesis sobre los triángulos de la muerte.
El Kaio Maru 5, un barco de investigación
científica, desapareció en 1955 en un área localizada en el sureste del Japón,
conocida como Mar del Diablo o “Triángulo del Dragón”. Todos sus tripulantes
desaparecieron.
Se formularon las más diferentes hipótesis a fin
de tratar de resolver el misterio del Triángulo de las Bermudas.
Algunos autores hablan de visitantes
extraterrestres venidos del espacio para llevarse hombres y aparatos modernos a
fin de estudiarlos, mientras que otros dicen que estas desapariciones se deben
a seres antropomorfos, pertenecientes a una civilización muy desarrollada, que
vivirían supuestamente en cápsulas submarinas en el fondo del océano.
Ese lugar podría también ser el centro de una
distorsión espacio-temporal que arrastraría a los barcos y a los aviones a
épocas distintas a la nuestra o a otras dimensiones. Una respuesta más probable
sería la existencia de un campo magnético muy poderoso susceptible de explicar
algunos de los fenómenos observados, como la descompostura de los instrumentos
de a bordo, aunque no podría explicar otros aspectos de este enigma.
Otros
triángulos de la muerte.
El Triángulo de las Bermudas no es la única zona
geográfica donde se produjeron estas desapariciones inexplicables. El
norteamericano Ivan Sanderson fue el primero en realizar un paralelo entre
estos distintos lugares y en pensar que todos presentan perturbaciones
magnéticas, así como una intensa actividad de luces submarinas, como las que
fueron vistas en el Triángulo de las Bermudas. Sin embargo, solo el “Mar del
Diablo” presenta semejanzas reales con este último.
El mar del diablo: Este mar se encuentra en el
oeste del océano Pacífico, entre Japón y las islas Bonin. Desde hace siglos
centenares de naves desaparecieron allí sin dejar rastros. En 1967 las
tripulaciones de tres barcos mercantes vieron “ruedas submarinas
fosforescentes”, como bandas luminosas que se movían rápidamente bajo la
superficie de las aguas y que irradiaban desde un foco central giratorio.
Según una leyenda japonesa, existe bajo el “Mar
del Diablo” un reino donde el tiempo se detuvo.
Al Oeste del Mediterráneo: El español Antonio Ribera
piensa que existiría una especie de “Triángulo del Diablo” en el Mediterráneo
occidental. Para apoyar su teoría se refiere a una cantidad de aviones, barcos,
submarinos desaparecidos que superan el promedio mundial, pero que podrían
tener una explicación racional, ya que frecuentemente se invocó la ocurrencia
de fenómenos magnéticos.
Lista de Barcos y aviones desaparecidos en El Tríangulo de las
Bermudas.
Barcos
desaparecidos:
El Rosalie: Desaparecido en 1840 en la ruta de La
Habana a Europa. Era un barco francés que fue encontrado abandonado en el
interior del “triángulo” navegando normalmente, con las velas desplegadas, con
la carga intacta, pero había desaparecido toda la tripulación.
El Mary Celeste: Desaparecido de la circulación el
mes de Noviembre de 1872, después de salir del puerto de Nueva York. Fue
encontrado el 4 de diciembre del mismo año en el triangulo sin nadie a bordo.
Era un bergantín que viajaba con 10 personas a bordo.
El Atlanta: Desaparecido en enero de 1880. Era una
fragata británica que iba de las islas Bermudas a Inglaterra. Desapareció con
290 personas a bordo muy cerca de las islas Bermudas.
El Freya: Desaparecido el 4 de octubre de 1902.
Era un gran buque alemán de tres palos que fue encontrado en el mismo mes de
octubre cerca de Manzanillo, en Cuba, de donde había salido el día 3 de ese
mes. Había desaparecido toda la tripulación.
El Cyclops: Desaparecido el 4 de marzo de 1918.
Era un gran barco de aprovisionamiento de la marina norteamericana, de 150
metros de eslora y 19.000 toneladas de desplazamiento. Desapareció con 309
pasajeros a bordo sin lanzar mensajes de socorro. Navegaba entre las islas
Barbados y Noorfolk cuando desapareció.
El Raifuku Maru: Desaparecido en 1924. Era un
carguero japonés que navegaba entre las islas Bahamas y Cuba cuando
desapareció. Pidió auxilio por radio.
El Cotopaxi: Desaparecido en 1925. Era un barco
que hacía su ruta comercial entre Charleston y la Habana. Desaparecido cerca de
Cuba.
El Stavenger: Desaparecido en 1931. Era un carguero
que se encontraba cerca de la isla Cat, en las Bahamas, cuando desapareció con
43 hombres a bordo.
El John And Mary: Desapareció en abril de 1932.
Era un barco de dos palos que apareció navegando y sin nadie a bordo a 80
kilómetros al sur de las islas Bermudas.
El Anglo-Australian:Desaparecido en marzo de 1938.
Era un carguero que lanzó su último mensaje desde las islas Azores. Desapareció
con 39 hombres a bordo.
El Gloria Colite: Desaparecido en febrero de 1940.
Era un yate de Saint Vincent, en las Antillas británicas. Apareció sin nadie a
bordo, pero con todos sus aposentos y cargamento en orden, estando a 320
kilómetros al sus de Mobile, Atlanta.
El Rubicon: Desaparecido el 22 de octubre de 1944.
Era un carguero cubano que desapareció en el centro mismo del Triángulo.
Posteriormente fue encontrado por la Guardia Costera norteamericana frente a
las costas de Florida sin nadie a bordo, salvo un perro que fue mudo testigo
del drama.
El Sandra: Desapareció en junio de 1950. Era un
carguero de 106 metros de eslora que viajaba de Savannah, Georgia, a Puerto
Cabello, Venezuela. Iba cargado con 302 toneladas de insecticidas para las
plantaciones. Pasó por el puerto de Augustine, en Florida y después desapareció
con todo su cargamento y tripulación.
El Connemara IV: Desapareció en septiembre de
1955. Era un yate privado que volvió a aparecer completamente solo, sin rastro
de que hubiera pasado nada. Apareció a 640 km al oeste de las Bermudas.
El Marine Sulphur Queen: Desapareció el 4 de
febrero de 1963. Era un carguero de 130 metros de eslora que iba en ruta desde
Beaumont, en Texas, a Norfolk, en Virginia. Desapareció, sin emitir ningún
mensaje de auxilio, con toda su tripulación.
El Snoboy: Desaparecido el 1 de Julio de 1963. Era
un pesquero pequeño, de solo 20 metros de eslora y con 40 pescadores a bordo.
Iba en ruta de Jamaica a Cayo Nordeste cuando desapareció con toda su
tripulación.
El Witchcraft: Desaparecio el 24 de diciembre de
1967. Era una embarcación que efectuaba cruceros. Es uno de los casos más
extraordinarios del Triangulo. Desapareció de repente con su dueño y un
pasajero a bordo, mientras estaba atado a una boya de amarre frente al puerto y
a tan solo 1600 metros de Miami, en Florida.
El Anita: Desaparecido en marzo de 1973. Era un
carguero de 20.000 toneladas que estaba en ruta desde Newport News hacia
Alemania. Desapareció en el Triángulo con 32 tripulantes a bordo.
El Milton Iatrides: Desaparecido en abril de 1973.
Era un carguero que viajaba desde New Orleans a Ciudad de El Cabo cuando
desapareció en aguas del Triangulo.
Aviones desaparecidos:
El avión Super Contellation: Desaparecido el 30 de
octubre de 1945. Era un avión de la marina norteamericana que desapareció con
42 personas a bordo al norte del Triángulo.
El hidroavión Martin Mariner: Desapareció el 5 de
diciembre de 1945. Era un hidroavión bombardero PBM de la armada norteamericana
con 13 tripulantes a bordo. Desaparecieron todos a los 20 minutos de vuelo.
Un avión C-54:Desaparecido en 1947. Era un avión
militar del ejército de los Estados Unidos. Desapareció con sus tripulantes a
180 kilómetros de las islas Bermudas.
Un avión Tudor IV: Desaparecido el 29 de enero de
1948. Era un avión comercial cuatrimotor llamado Star Tiger. Desaparecido con
31 pasajeros y tres tripulantes a 600 kilómetros al nordeste de las islas
Bermudas.
Un avión DC-3: Desaparecido el 28 de diciembre de
1948. Era un avión privado en vuelo comercial que desapareció con 32 pasajeros
y su tripulación en un punto indeterminado entre San Juan de Puerto Rico y
Miami.
Otro avión Tudor IV: Desaparecido el 17 de enero
de 1949. Era un avión comercial llamado Star Ariel (gemelo del Star Tiger).
Desapareció entre las islas Bermudas y Jamaica a 600 kilómetros de las
Bermudas.
Un avión Globemaster: Desaparecido en marzo de
1950. Era un avión comercial norteamericano que en ruta hacia Irlanda
desapareció en el mismo borde del Triángulo.
El avión de transporte York: Desaparecido el 2 de
febrero de 1952. Era un avión comercial británico en ruta hacia Jamaica.
Desapareció con 33 pasajeros a bordo más tripulantes al norte del Triángulo.
El hidroavión Martin P-5M: Desaparecido el 9 de
noviembre de1956. Era un avión anfibio patrullero de la marina norteamericana.
Desapareció con 10 tripulantes a bordo muy cerca de las islas Bermudas.
El Chase YC-122.: Desaparecido el 11 de enero de
1957. Era un avión carguero con 4 pasajeros a bordo. Desapareció entre Palm
Beach y la Gran Bahama.
Un avión KB-50: Desapareció el 8 de enero de 1962.
Era un avión-tanque de las Fuerzas Aéreas norteamericanas. Desapareció al
cruzar el Triángulo en la ruta de Langley Field, en Virginia, a las islas
Azores.
Dos aviones Stratotankers KC-135: Desaparecidos el
28 de agosto de 1963. Eran 2 aviones cuatrimotores Stratotankers totalmente
nuevos de las Fuerzas Aéreas norteamericanas. Iban en misión secreta de la base
aérea de Homestead, en Florida, a una base secreta de reabastecimiento del
ejército situada en el Atlántico, pero nunca llegaron, desaparecieron a 480
kilómetros al sudoeste de las islas Bermudas.
El Cargomaster C-132: Desaparecido el 22 de
septiembre de 1963 en ruta hacia las islas Azores.
El Flyng Boxcar C-119: Desaparecido el 5 de junio
de 1965. Era un avión comercial con 10 pasajeros a bordo. Desapareció al
sudoeste del las isla Bahamas.
Fuente:Los Triángulos de la Muerte. asusta2.com.ar
https://compartiendoluzconsol.wordpress.com
07 de Setiembre del 2016