El cuerpo de dolor despierta de su estado
durmiente cuando tiene hambre, cuando es hora de reaprovisionarse.
Alternativamente puede dispararse por un evento en cualquier momento. El cuerpo
de dolor que está listo para alimentar puede utilizar el evento más
insignificante como un disparador, algo que alguien dice o hace, o hasta un
pensamiento. Si viven solos o no hay nadie cerca en el momento, el cuerpo de
dolor se alimentará de los pensamientos de ustedes.
De pronto su pensamiento se vuelve profundamente
negativo. Ustedes estaban posiblemente inconscientes de que justo antes del
influjo del pensamiento negativo una ola de emoción invadió su mente – como un
estado de ánimo oscuro y pesado, como ansiedad o una ira feroz. Todo
pensamiento es energía y el cuerpo de dolor se alimenta ahora de la energía de
sus pensamientos. Pero este no puede alimentarse de cualquier pensamiento. No
necesitan estar particularmente sensibles para notar que un pensamiento
positivo tiene un sentimiento-tono totalmente diferente al de uno negativo. Es
la misma energía, pero vibra en una frecuencia diferente. Un pensamiento feliz,
positivo es indigerible para el cuerpo de dolor. Solamente se puede alimentar
de pensamientos negativos porque solamente los pensamientos negativos son
compatibles con el propio campo de energía de este.
Todas las cosas son campos de energía vibratorios
en movimiento incesante. La silla en la que se sientan, el libro que sostienen
en sus manos, ambos parecen sólidos e inmóviles solamente porque es así cómo
sus sentidos perciben la frecuencia vibratoria de estos, por así decirlo, el
movimiento incesante de las moléculas, átomos, electrones y partículas
subatómicas que de conjunto crean lo que ustedes perciben como silla, libro,
árbol o un cuerpo. Lo que percibimos como materia física es energía en
vibración (en movimiento) en un rango particular de frecuencias. Los
pensamientos consisten en la misma energía que vibra a una frecuencia superior
que la materia, y es la razón por la cual los mismos no pueden ser vistos o
tocados. Los pensamientos tienen su propio rango de frecuencia, siendo los
pensamientos negativos los que se ubican en el extremo inferior de la escala y
los pensamientos positivos en el extremo superior.
La frecuencia vibratoria del cuerpo de dolor
resuena con la de los pensamientos negativos, y es la razón por la cual esos
pensamientos pueden alimentar al cuerpo de dolor.
El patrón usual de pensamiento que crea la emoción
se invierte en el caso del cuerpo de dolor, al menos inicialmente. La emoción
proveniente del cuerpo de dolor gana rápidamente el control de su pensamiento,
y una vez que el cuerpo de dolor se ha apropiado de su mente, su pensamiento se
vuelve negativo. La voz en su cabeza les estará contando historias tristes, de
ansiedad o de enojo respecto a ustedes mismos o a su vida, acerca de los demás,
acerca del pasado, del futuro o de eventos imaginarios. La voz estará culpando,
acusando, protestando, imaginando. Y ustedes se identifican plenamente con lo
que la voz les dice, creyendo en todos los pensamientos distorsionados de ésta.
En ese punto, se ha instalado la adicción a la infelicidad.
No se trata tanto de que ustedes no puedan detener
su tren de pensamientos negativos, sino de que ustedes no quieren hacerlo. Esto
se debe a que el cuerpo de dolor en ese momento está viviendo a través de
ustedes, pretendiendo ser ustedes. Y para el cuerpo de dolor, el dolor es
placer. Este devora ávidamente cada pensamiento negativo. De hecho, la voz
usual en su cabeza ahora se ha convertido en la voz del cuerpo de dolor. Ha
tomado el mando del diálogo interno. Se establece un círculo vicioso entre el
cuerpo de dolor y el pensamiento de ustedes. Cada pensamiento alimenta al
cuerpo de dolor, y a su vez el cuerpo de dolor genera más pensamientos. En
algún punto, después de unas cuantas horas o hasta unos cuantos días, este se
ha reabastecido y regresa a su estado durmiente, dejando tras de sí un
organismo agotado y un cuerpo que está mucho más susceptible a la enfermedad.
Si esto les suena a ustedes como un parásito psíquico, lo es. Es exactamente lo
que es.
El comienzo de la liberación del cuerpo de dolor
radica primeramente en la comprensión de que ustedes tienen un cuerpo de dolor.
Entonces, lo más importante, es su capacidad para mantenerse lo suficientemente
presentes, alertas, para notar el cuerpo de dolor en ustedes mismos como un
influjo pesado de emoción negativa cuando este se activa. Cuando es reconocido,
ya no puede pretender ser ustedes ni vivir y renovarse a sí mismo a través de
ustedes.
Es su Presencia consciente la que destruye la
identificación con el cuerpo de dolor. Cuando ustedes no se identifican con
este, el cuerpo de dolor ya no puede controlar su pensamiento y por tanto no se
puede renovar más a sí mismo al alimentarse de los pensamientos de ustedes. El
cuerpo de dolor en la mayoría de los casos no se disuelve inmediatamente, pero
una vez que ustedes han cortado el vínculo entre este y el pensamiento de
ustedes, el cuerpo de dolor comienza a perder energía. El pensamiento de
ustedes deja de nublarse con la emoción; sus percepciones actuales ya no
estarán distorsionadas por el pasado. La energía que estaba atrapada en el
cuerpo de dolor cambia entonces su frecuencia vibratoria y se transmuta a la
Presencia.
por Eckhart Tolle
Extractado de A New Earth de Eckhart Tolle,
páginas 145-161.
copyright 2008-2015. Eckhart Tolle . Todos los
derechos reservados: http://www.eckharttolle.com/
Traducción: Fara González
Difusión: El Manantial del Caduceo
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