Pensamiento del jueves 29 de septiembre de 2016.
"En el Antiguo Testamento, Mikhaël es el arcángel que, al frente de los ejércitos celestiales, consigue todas las victorias. Y en el Nuevo Testamento, en particular en el Apocalipsis, es él quien, al final de los tiempos, derribará al dragón. También está escrito que cuando murió Moisés, el diablo quiso apoderarse de su cuerpo, y fue el arcángel Mikhaël quien se le opuso para quitárselo. Numerosos cuadros e iconos representan al arcángel que con una balanza en la mano, pesando, después de su muerte, los actos de los humanos: en un platillo se acumulan sus buenas acciones y en el otro las malas. Durante este tiempo el diablo está ahí, listo para arrastrar al hombre hasta su reino infernal, y está furioso, rechina los dientes viendo a Mikhaëll añadir al platillo una última buena acción que hará inclinar la balanza hacia el lado del bien y de la salvación.
La fiesta de San Miguel se sitúa en el signo de Libra, al principio del otoño. El otoño es la estación de la cosecha: se recogen los frutos, se rechazan los que están estropeados y se almacenan los que están sanos. Jesús decía que se reconocen a los hombres por sus frutos. En cierto modo, se puede ver en cada cosecha una forma de juicio."
"En el Antiguo Testamento, Mikhaël es el arcángel que, al frente de los ejércitos celestiales, consigue todas las victorias. Y en el Nuevo Testamento, en particular en el Apocalipsis, es él quien, al final de los tiempos, derribará al dragón. También está escrito que cuando murió Moisés, el diablo quiso apoderarse de su cuerpo, y fue el arcángel Mikhaël quien se le opuso para quitárselo. Numerosos cuadros e iconos representan al arcángel que con una balanza en la mano, pesando, después de su muerte, los actos de los humanos: en un platillo se acumulan sus buenas acciones y en el otro las malas. Durante este tiempo el diablo está ahí, listo para arrastrar al hombre hasta su reino infernal, y está furioso, rechina los dientes viendo a Mikhaëll añadir al platillo una última buena acción que hará inclinar la balanza hacia el lado del bien y de la salvación.
La fiesta de San Miguel se sitúa en el signo de Libra, al principio del otoño. El otoño es la estación de la cosecha: se recogen los frutos, se rechazan los que están estropeados y se almacenan los que están sanos. Jesús decía que se reconocen a los hombres por sus frutos. En cierto modo, se puede ver en cada cosecha una forma de juicio."