Pensamiento del martes 20 de septiembre de 2016.
"¿Por qué debéis limitaros a los encuentros que hacéis con los humanos en el plano físico? ¡Hay tantos otros seres que podéis encontrar y con los que podéis entrar en relación! Cada día, no sólo tenéis la posibilidad de uniros a las entidades luminosas que pueblan el universo, sino de atraerlas hacia vosotros. Entonces dirigíos a ellas: «Venid, venid amigos celestiales, instalaos en mí como en vuestra casa.» Dirigíos al Señor, a la Madre divina, a la Santísima Trinidad, a todos los Ángeles y Arcángeles, servidores de Dios, servidores de la luz, y decidles: « Todo mi ser os pertenece, disponed de mi para la gloria de Dios, para la venida de su Reino y su Justicia sobre la tierra.»
Por medio de estas palabras de consagración invitáis a las entidades celestiales a que vengan a habitar en vosotros, y os ponéis bajo su protección. Hasta aquí, no os extrañéis después si son otras entidades, en absoluto celestiales, las que vengan a instalarse en vosotros ¡y sin esperar vuestra invitación! Sois vosotros a quienes incumbe decidir por quién queréis ser «ocupados»."
"¿Por qué debéis limitaros a los encuentros que hacéis con los humanos en el plano físico? ¡Hay tantos otros seres que podéis encontrar y con los que podéis entrar en relación! Cada día, no sólo tenéis la posibilidad de uniros a las entidades luminosas que pueblan el universo, sino de atraerlas hacia vosotros. Entonces dirigíos a ellas: «Venid, venid amigos celestiales, instalaos en mí como en vuestra casa.» Dirigíos al Señor, a la Madre divina, a la Santísima Trinidad, a todos los Ángeles y Arcángeles, servidores de Dios, servidores de la luz, y decidles: « Todo mi ser os pertenece, disponed de mi para la gloria de Dios, para la venida de su Reino y su Justicia sobre la tierra.»
Por medio de estas palabras de consagración invitáis a las entidades celestiales a que vengan a habitar en vosotros, y os ponéis bajo su protección. Hasta aquí, no os extrañéis después si son otras entidades, en absoluto celestiales, las que vengan a instalarse en vosotros ¡y sin esperar vuestra invitación! Sois vosotros a quienes incumbe decidir por quién queréis ser «ocupados»."